Es la primera vez que una competencia de tal envergadura se realiza en nuestro territorio. Incluso, es la primera vez que se desarrolla en Centroamérica.
Son 18 cuartetos de 12 países los que arrancaron una extremísima carrera de 520 kilómetros, la cual incluye tramos de trekking (caminata de montaña), mountain bike, rafting, canopy, canyioning (descenso con cuerdas), entre otros.
El banderazo de salida se dio a las 7:32 de la mañana en la plaza de La Virgen de Sarapiquí.
Allí se realizó un trayecto de dos kilómetros a pie hacia el puente La Virgen, donde las balsas esperaban a la orilla del río Sarapiquí.
Fue un paso suave, introductorio y casi de festejo, puesto que los atletas hasta fueron acompañados por niños de la escuela Claudio Lara, de la localidad.
Sin embargo, al llegar al río la emoción se desató.
Un pitazo distribuyó con fugacidad a los equipos en ambos costados del cuerpo de agua (nueve y nueve), donde aguardaba su respectivas balsas.
Para los primeros 20 kilómetros, los cuales comprendieron rápidos clase tres y varios caminos, se asignó un guía costarricense a cada cuarteto, con la intención de evitar accidentes o extravíos.
En Puerto Viejo los guías abandonaron el transporte, ya que los otros 20 kilómetros eran sobre aguas mucho más calmas.
En el pueblo de Sardinal se produjo la transición hacia las bicicletas. Esta sacó del agua en la primera posición al equipo Multisport.fi de Finlandia (12:10 p. m.).
Con rapidez, los europeos armaron sus bicicletas (que estaban en partes, metidas en cajas, como parte de la gran dificultad de la prueba) y se dispusieron a pedalear.
Poco a poco fueron llegando el resto de equipos.
El ciclismo fue un suplicio. Barro, piedras y tremendos lodazales exigieron al máximo a los deportistas, en cada uno de los 54 kilómetros de recorrido hasta Hacienda La Linda, donde el atractivo siguió aumentando, pues hubo cambio de líder, el lote se partió y venía el esperado momento del canopy.
Durante el tramo de ciclismo siete equipos tomaron una ruta equivocada (más allá de que tienen localizadores GPS), razón por la cual la diferencia con los demás fue de más de una hora.
El “viaje” en las alturas duró unos 30 minutos, tiempo que se necesitó para recorrer los 5,2 kilómetros de cable entre los árboles.
De inmediato, los líderes volvieron a la bicicleta, ahora por otros 17 kilómetros, por un mejor terreno, hasta llegar a la Laguna de Hule, en Río Cuarto de Grecia.
Al hermosísimo escenario arribaron cerca de las 6:30 de la tarde y desde ese lugar empezaría, quizás, la parte más difícil de toda la dura competencia: el trekking y canyoning, en horas de la noche por las dificultosas montañas alrededor de la laguna.
Regresarían a la carretera a las 9 p. m.. Al cierre de edición aún estaban dentro del cerro.