De vencer este viernes Coopenae San Ramón al quinteto de Brenes Barva, en el segundo partido de la final de la Liga Superior de Baloncesto, lograría una hazaña que hace 33 años ningún equipo ha conseguido: coronarse campeón en forma invicta.
En un deporte en el que no hay empates, los ramonenses escribirían una página gloriosa en su palmarés al ganar la primera ronda del campeonato, y posteriormente los playoffs sin perder ante nadie, acumulando 21 victorias entre la fase regular, cuartos de final y semifinales. Además, está incluido el primer partido de la final ante los barveños el sábado anterior.
Los poetas están a solo un paso de alcanzar la meta, si dan cuenta de los heredianos este viernes en el gimnasio del Liceo de Barva, conocido como El Canasto, a partir de las 8 p. m.
El úitimo equipo en coronarse monarca sin un solo traspié en el campeonato nacional fue el conjunto de Seminario E. L. en 1984, cuando era dirigido por el histórico Jaime Peña.
Brenes Barva, actual campeón nacional y con nueve cetros en sus vitrinas, no solo debe derrotar a los moncheños para alargar la serie, también tiene que vencerlos nuevamente el domingo 10 de setiembre en el gimnasio Gabelo Conejo de San Ramón, a las 4 p. m., para llevar el torneo a una final nacional que se jugará a tres partidos también.
En la temporada los ramonenses han sido imbatibles frente a los ferreteros al derrotarlos primero en casa 61-60, posteriormente triunfaron 72-59 en Barva y en el primer partido de la final se impusieron 70-52.
Por otra parte, cabe destacar que San Ramón tiene un novato en el banquillo, pues su entrenador es Daniel Simmons, quien hasta la campaña anterior fungió como su capitán, pero en el actual certamen dirigió con acierto al plantel hasta llevarlo a la final.
Los poetas basaron su accionar en un juego compacto, de mucha presión y experiencia con el aporte del dominicano Amaurys Ripoll, el estadounidense Dashaun Wiggins y el nacional Isaac Conejo, quienes fueron los pilares de un grupo sólido que descartó de su diccionario la palabra derrota.