La empresa china Afecc y el gobierno de ese país hicieron entrega ayer del nuevo Estadio Nacional, un mes y dos días antes de la fecha prevista originalmente.
La entrega técnica, como se le llama a la gestión realizada en uno de los salones que tiene el mencionado inmueble, la hicieron el embajador de China, Li Chang, y el ingeniero principal de la obra, Cai Lin.
Por Costa Rica, recibió la edificación Giselle Goyenaga, ministra de deportes, y Luis Peraza, director del Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación (Icoder).
“En una entrega técnica las obras son verificadas y aceptadas por ambas partes con base en el plano diseñado; esta es la entrega oficial que nosotros hacemos”, explicó Cai Lin durante la actividad.
El ingeniero añadió que en los casi dos años que tardó la edificación –Afecc comenzó labores el 12 de marzo del 2009– se gastó el presupuesto que estaba previsto desde un inicio: $83 millones.
“Nos sentimos muy orgullosos porque cumplimos nuestra tarea perfectamente, no superamos ningún costo adicional”, añadió.
Por su parte, Giselle Goyenaga manifestó ayer que la entrega del inmueble se dio después de hacerles varias pruebas a los sistemas.
“Los ingenieros del Icoder dieron por satisfactorias las pruebas; desde hoy (ayer) el Icoder se hará cargo del Estadio Nacional”, manifestó Goyenaga tras la ceremonia.
Otro que se mostró satisfecho fue el director del Icoder, quien comentó que tal entidad administrará el estadio mientras se defina la figura que será permanente.
Ello fue corroborado por Edwin Castro, coordinador de obras en el inmueble por parte del Gobierno de Costa Rica, quien agregó que durante el primer año de mantenimiento los chinos enseñarán la operación de equipos a los técnicos que se harán cargo del Estadio.
“Creo que esta obra necesitará unos diez técnicos para que se le dé un buen uso; voy a seguir un tiempo para trasladar el conocimiento que adquirí durante la construcción”, explicó el ingeniero tico.
Castro indicó que del plano original se cambió unos servicios sanitarios por palcos, los cuales no estaban previstas por los chinos.
También se reubicaron varias oficinas y se construyeron espacios para bodegas adicionales debajo de algunas zonas de graderías