Singapur (DPA). Jacques Rogge se declaró ya "fan", Río 2016 sueña con tenerlo en su programa y en Singapur los jóvenes lo siguen con entusiasmo: es el baloncesto de a tres, la nueva estrella emergente del olimpismo.
"Es, sin dudas, un formato que entusiasma", dijo hoy el presidente del COI al servicio de información de los Juegos Olímpicos de la Juventud.
"Pero hay un tema en los Juegos Olímpicos, y es el de la limitación en el número de atletas", añadió el máximo responsable del olimpismo mundial.
"Si dejamos que los Juegos crezcan sin límite, entonces van a ser demasiado caros, muy difíciles de organizar y eso creará problemas".
Rogge dejó sin embargo abierta la posibilidad de que el baloncesto a tres se incorpore en un futuro al programa olímpico: "No estoy diciendo que el baloncesto a tres no entrará al programa, estoy diciendo que la dificultad es el número de atletas".
Los Juegos Olímpicos de la Juventud sirven de ensayo y "experimento" para Rogge. Además del baloncesto a tres, otras modalidades novedosas son los relevos mixtos en triatlón y natación.
El debut del baloncesto jugado en media cancha generó un gran entusiasmo en Singapur, sede de los primeros Juegos juveniles, que reunen a 3.600 deportistas de entre 14 y 18 años en representación de 204 países.
El formato es conocido como FIBA 33, una combinación del acrónimo del ente rector del baloncesto mundial y la regla de que los equipos juegan por períodos de cinco minutos o hasta que uno de los dos anote 33 puntos.
"Es muy excitante, me gusta mucho el formato", dijo el habitualmente circunspecto Rogge.
"Las reglas son claras, hay 'suspense' y la regla de los 33 puntos es muy buena, porque lleva las cosas a un clímax y los jugadores, obviamente, lo aman".
Bob Elphinston, presidente de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA), ya dijo que hay planes para desarrollar internacionalmente la modalidad, con el ingreso a los Juegos Olímpicos como gran objetivo final.
"Estamos viendo cómo desarrollar el FIBA 33 a nivel mundial", dijo Elphinston, que ve a los Juegos de 2020 como la fecha más realista en la que la nueva modalidad del baloncesto podría alcanzar estatus olímpico.
"Queremos que el FIBA 33 sea una disciplina separada, tal como sucede en los Juegos, en los que hay voleibol y voleibol de playa".
Pese a plantearse 2020 como objetivo realista, Elphinston reveló al newsletter www.insidethegames.com su entusiasmo con la posibilidad de presentar su nuevo "juguete" en Río 2016.
"A Carlos Nuzman (máximo responsable de Río 2016) le encanta. Lo quiere en Copacabana junto a los escenarios del voleibol playa. No puedo imaginarme nada mejor".