¿Cuántas competencias de aventura ha hecho?
Aunque no tengo un número exacto, creo que he disputado entre 40 y 50 pruebas, entre 1987 y 2013. Es algo que disfruto mucho.
Entre corrillos se dice que esta será su última competencia de aventura, ¿es cierto?
Nunca se puede decir que es la última vez, pero probablemente sí, porque acá fue donde hice la primera carrera –compitió en el Raid Gauloises de 1990–, entonces, acá termino; además, ahora me voy a dedicar a organizar competencias, y eso me va a llevar trabajo. El año pasado estuve inactivo por eso.
¿Luego de 26 años en este tipo de pruebas cuánto ha cambiado?
He envejecido mucho (risas). Han cambiado muchas cosas, he envejecido pero también he madurado mucho; la perspectiva como se toma la carrera ha variado, en el año 90 lo que pretendía no solo era practicar deporte de alto nivel y terminar la carrera, sino, acabar entre los primeros, pero ahora me lo tomo con una noción de equipo, en la que lo que queremos es terminar, más que estar en los primeros.
¿En una prueba de este tipo es más importante la madurez emocional que la fuerza física?
Hace falta de las dos partes, por un lado, tienes que ser maduro para poder administrar la carrera, porque nunca se desarrolla como uno pensaba y, además, debes contar con un estadoun físico muy potente, porque si no es imposible terminar la prueba.
Por ser de costa a costa, de frontera a frontera, por enfrentar 12 microclimas y cambios drásticos de temperatura, esta será la competencia de aventura más dura que se ha hecho, ¿lo ve así?
Sí va a ser una carrera muy dura, estuve acá hace 20 años, conozco el terreno y por eso lo sé. No será solo una cuestión de desgaste físico, sino que hay que tener cuidado con las heridas que te puedas hacer, hay que administrarse bien.
¿Cómo ha hecho para mantener una carrera deportiva extensa?
El deporte es mi forma de vida, lo he hecho siempre, y lo haré siempre. Siempre tengo a alguien que me llama para ir a entrenar, este verano hice el recorrido del Tour de Francia junto con un equipo de amigos. También, hay quien me dice que vayamos a hacer esquí o a correr, así es como me mantengo.
¿Cuál ha sido su momento más importante en aventura?
Siempre he competido no solo para ganar, sino, para conocer los países y descubrir sus culturas. A pesar de que esas son mi prioridades, de los 12 Raid Gauloises que hice, seis veces quedé primero, cuatro de segundo y dos de tercero.
¿Cuál es la perspectiva que tiene el equipo en este 2013, quieren estar entre los primeros o simplemente conocer el país?
Vine esta vez porque conozco a Pongo (Alexánder Baker, director de la competencia), a quien conocí en 1990, cuando vine por primera vez a Costa Rica, entonces, no solo es bonito por eso, sino, también para volver a vivir los momentos pasados. Además, como he estado organizando pruebas (el año pasado realizó el Mundial en Francia) y tengo la posibilidad de ser un competidor, puedo ver cuáles son los puntos de vista de los atletas y ver cuáles problemas y cosas necesitan o se dan en las pruebas.
Además de participar y organizar competencias de aventura, ¿a qué se dedica para vivir?
Soy ingeniero biomecánico con énfasis en deporte. Trabajo en una escuela de ingeniería en Lyon.