De un total de 67 tripulaciones, 25 no sobrevivieron al menos uno de los rounds del Desafío 4x4 2013, actividad considerada por los mismos organizadores, como la más complicada que han ingeniado en su historia.
De ellos, ocho automotores sufrieron daños tan severos en el primer heat , que no se logró repararlos para participar en la segunda parte de la prueba.
Las curvas, camas de piedra y pozos de agua, fueron los obstáculos más complicados para los corredores; algunos mostraron su frustración ante la imposibilidad de superarlos.
Como ejemplo, el piloto Verni Arce, que a escasos metros de la meta, se montó en la montaña rusa del temible “Chirripó”, donde se volcó y descendió violentamente desde 8 metros de altura.
“En la cima de la cuesta se rompió el eje de dirección del carro y en fracciones de segundo estábamos debajo del vehículo”, relató ileso el copiloto de Arce, José Pablo Quirós.
Otra tripulación que no logró vencer el desafío en su totalidad, fue la comandada por Luis Diego Ramírez, que tuvo que asistirse de otros métodos para salir avante de la competencia.
“Prácticamente, a puro winch (aparato mecánico que se ajusta a un objeto estable mediante un cable) logré salir de las zonas complicadas, sino, no hubiera completadoel recorrido”, recordó el piloto de un Daihatsu Taft.
Por otro lado, el Tempisque -la nueva prueba de esta edición que intenta simular un río- fue todo un éxito, pues cumplió su objetivo de detener el paso veloz de los automotores en carrera.
El Suzuki de Gilberth Camacho fue la principal víctima del Tempisque, tuvo que retirarse de la prueba en el primer recorrido.
El Desafío 4x4 sin duda fue exigente para los pilotos.