En los mundiales jugar bien y dominar al rival no es suficiente.
Para ganar y avanzar, ronda por ronda, es necesario hacer un juego inteligente, con jugadores concentrados los 90 minutos. Eso le faltó a Serbia, que vendió barata su derrota con dos errores imperdonables.
Una expulsión por una falta innecesaria de Aleksandar Lukovic y una falta de penal más que infantil de Zdravko Kuzmnovic, quien solo tenía 21 minutos en el juego, sepultaron las aspiraciones serbias.
Ghaneses y serbios ofrecieron un buen partido, a pesar de que tuvieron baches en los cuales cualquiera se aburriría.
Mas, en términos generales, ambos seleccionados intentaron llegar al marco rival e intentaron dar un buen espectáculo.
La voracidad de los africanos se topó con una muralla impuesta por los rudos jugadores europeos.
Los primeros minutos fueron entretenidos. Ghana lo intentó llevando el balón pie a pie, especialmente por las bandas, desde donde lanzó una metralla de centros a lo largo del primer tiempo.
Por su parte, los serbios esperaron con paciencia las andanzas de los de Ghana, con la fe de que en algún momento bajarían el ritmo.
Pelotazos al espigado delantero Nikola Zigic y al corajudo Marko Pantelic, fueron las armas de los serbios, quienes pocas veces pasaron el balón por el medio del campo.
Aunque, cada vez que el balón pasaba por este sector, Dejan Stankovic encendía el motor y empujaba a su equipo hacia el marco rival.
Con el paso del tiempo, se fue esfumado el buen futbol, parecía que los equipos reservaban energías para el complemento.
Ghana reinició fuerte, pero Serbia adelantó líneas y poco a poco se fue adueñando del juego, convirtiendo la osadía ghanesa en solo un dato para el recuerdo.
Al minuto 74, Aleksandar Lukovic fue expulsado al recibir la segunda tarjeta amarilla.
Lejos de echarse atrás, por tener un jugador menos, Serbia se fue al ataque y tuvo varias ocasiones.
Una pifia de Pantelic, seguida del remate de Milos Krasic y un balazo de Ivanovic confirmaron el buen momento de los europeos.
Un centro casi sin peligro fue interceptado por Kuzmnovic, quien torpemente le metió la mano, con lo que inició la desdicha serbia.
Asamoah Gyan acertó de penal; nada que hacer para Vladimir Stojkovic, quien vio escaparse los primeros tres puntos de los serbios.