Distrito Federal, México
Uno ingeniero civil, el otro empresario, dos costarricenses están recorriendo América para observar su gran pasión: la Fórmula Uno.
Erick Araya, de 35 años y Esteban Zamora, de 34 años, son los dos liberianos que desde el 22 de octubre tomaron el avión para seguir el mayor circuito mundial de automovilismo.
"Desde los 15 años esto se ha convertido en una pasión para mí y en el 2012 pude ver mi primera carrera en Austin, Texas", manifestó Araya.
"Yo corrí autocross en 2003 y 2004, así que siempre me han gustado los motores; ya tenemos cuatro años de andar en esto", comentó Zamora.
Luego de que en 2012 Erick Araya se fue solo a Texas, para 2014, Zamora se le unió para ver la carrera estadounidense, y en 2015 planearon un tour que empezó en Texas y cierra esta tarde en el Distrito Federal.
Ellos, al igual que otros 30 ticos aproximadamente, quisieron ser parte del regreso del Mundial de F1 a suelo azteca, luego de 23 años de ausencia.
En el caso de Araya, quien es ingeniero civil, tomó dos semanas de vacaciones, mientras que Zamora que posee una empresa de alquiler de maquinaria pesada, le hizo mancuerna.
"Los dos somos seguidores de Kimi Räikkönen y de Ferrari, aunque este año a Kimi le esté yendo un poco mal", reconoció Araya.
"La verdad es que el circuito está bien lindo (Hermanos Rodríguez), hay bastante seguridad y todo es muy bien organizado", manifestó por su parte, Zamora.
La apuesta de México por volver a tener la F1 ya rinde réditos, pues para hoy se esperan 120.000 personas en el circuito capitalino.
Ayer se rompió el récord de velocidad de Monza, Italia, de 364 kilómetros por hora, pues Lewis Hamilton alcanzó los 367 kilómetros por hora.
Mientras los bólidos aceleran, Esteban Zamora y Erick Araya le sacan el jugo a su travesía por el continente, que esta vez entre la carrera de Austin y el Distrito Federal, los llevó a unos días de paseo por Cancún.
A ellos la Fórmula Uno los hace andar por diferentes destinos de América y ya tienen planes para ir a Interlagos, en Brasil y a Montreal, en Canadá.