Ante la dura competencia que cada año se presenta en el barro, Gustavo Canales y Angie Bonilla, pareja campeona del Desafío 4x4, usarán en la edición de hoy una suspensión tipo coilover , misma de los gigantes del Monster Jam.
El sistema de amortiguamiento, cuyo costo asciende a los $15.000 (¢7,6 millones), se instaló en el Toyota Hilux año 1996 con el que los esposos se adjudicaron, en el 2011, el Campeonato Nacional Desafío 4x4, tanto en la categoría de seis cilindros como la absoluta. El año anterior no hubo desafío.
“Con esta suspensión, estamos mejorando en los whoops (pequeños saltos consecutivos). La idea es que mientras otros tengan que frenar, nosotros podamos ir a velocidad”, expresó Bonilla, expiloto del campeonato de autocross.
Los whoops , que para este año son más altos, son una de las ocho pruebas que tendrán que enfrentar las 60 tripulaciones inscritas.
Esa cantidad de autos será distribuida en las clases de cuatro, seis y ocho cilindros, esto de acuerdo con el tamaño del motor.
En el caso de Canales (piloto) y Bonilla (copiloto), quienes integran el equipo Maxxis, su Hilux irá montado sobre llantas Maxxis de 37 pulgadas modelo Creepy Crawler, tipo MT, con aros de 15 pulgadas.
Aparte de la suspensión trasera, que se compone de cuatro barras estabilizadoras y cuenta con tanque de nitrógeno, la delantera del Hilux es Fox, también con ‘nitro’.
Con 30 años, 12 de ellos casada con Canales, Bonilla considera que uno de los rivales más duros de esta mañana será el Toyota Land Cruiser del herediano Juan Jerónimo Sánchez, quien el año pasado les dio mucha pelea en la clase absoluta hasta que tuvo un desperfecto.
“Juan Jerónimo Sánchez es muy bueno y el carro está muy bien preparado. Claro, todos los años aparece un carro que está muy bien”, comentó la copiloto.
Circuito largo. Además de los whoops de mayor altura, para esta edición del Desafío 4x4 el circuito de competencia tendrá una distancia de 750 metros, la más larga en las 14 ediciones del campeonato.
En el camino estarán las pozas (secciones cargadas de agua), whoops y las tucas (zona llena de maderos pegados al piso).
Además, una trampa de barro (también llamada como el codo, que se conforma con una pila de barro), las piedras (sección con piedras gigantes de río), el Irazú (montaña de siete metros), el Chirripó (ocho metros) y el winch (el copiloto debe salir del vehículo, amarrar el cable del winch a una tuca y atravesar la línea de meta arrastrados).
Las tres categorías disputarán dos heats en los que dos autos deben surcar dos carriles paralelos.
Se llevan a cabo dos largadas para que los carros alternen el carril. Según Jennifer Hidalgo, encargada de prensa de RPM TV, ente que organiza el Desafío 4x4, para este año se pusieron a la venta 12.000 boletos, con lo que se quiere superar la asistencia de 10.000 en el 2011.
El campeonato Desafío 4x4 está previsto para comenzar a las 10 a. m. Los boletos cuestan ¢7.500 general y ¢15.000 preferencial (VIP).