Su mejor arma es la experiencia y a ella apeló el domingo en Bolivia, cuando corrió y ganó la final latinoamericana de motocross en los 125 cc para añadir un lauro más a su prodigiosa carrera.
Adrián Robert, en sus propias palabras, hizo una carrera "más con la cabeza" que apoyado en sus condiciones.
El gran campeón dialogó anoche vía telefónica con La Nación desde el país andino, oportunidad en que narró las peripecias que desembocaron con la obtención de su undécimo título latinoamericano.
Hace dos semanas, tras sortear un calvario, se alzó con el cetro en la categoría de los 250 cc., en Uruguay.
Uno de los grandes inconvenientes de este nuevo desafío fue la altura, cercana a los 3500 metros sobre el nivel el mar, que provocó mareos y problemas respiratorios a la mayoría de competidores.
"La altitud era mi mayor temor. Desde que llegué me mareaba, además la moto rinde menos por la presión; parecía que corriera en una 80 cc.", contó el monarca.
La primera manga, de dos pactadas, inició con una salida violenta del guatemalteco Klimowitz a la que Adrián siguió con recelo, pero sin hacer un gran gasto, pues lo que realmente interesaba era adueñarse del otro heat. Aún así, Robert necesitaba una buena ubicación y el segundo lugar fue suficiente.
Tras esta largada, los pilotos acudieron a los tanques de oxígeno para mejorar su respiración y limpiar la sangre que les brotaba de la nariz, como resultado de las inclemencias de la altura.
Golpe de gracia
Para el reinicio, el costarricense repitió la salida, pero administró sus energías y, a falta de tres vueltas para el final -en total se corren 30 minutos y 2 vueltas-, estaba detrás de su gran rival.
No fue sino hasta el último giro del circuito cuando Robert dijo "aquí voy" y fue en serio, pues el chapín sólo miró cuando pasó y no hubo fuerzas para seguirlo. Al final, la de cuadros fue para Adrián que sumaba un punto más y obtenía el campeonato.
"El guatemalteco estaba todo "agüevado' porque pensaba que ya tenía todo ganado. Yo lo iba midiendo durante un gran rato y esperé el momento adecuado para pasarle", narró emocionado Adrián.
El corredor explicó que la diferencia entre la moto 125 cc. y 250 cc., principalmente de peso y velocidad, fue el factor que ayudó a que obtuviera el título, pues el esfuerzo no es tan grande y pudo conservar más energías.
Las expectativas sobre la participación de Robert eran muy grandes, dado que la obtención del título en Uruguay lo convirtió en la atracción de la competencia, sobretodo cuando el sábado ganó las clasificaciones con una ventaja de 3 segundos sobre su rival más próximo.
El otro costarricense que participó en la justa, Rodolfo Peña, se adueñó del tercer lugar general tras efectuar una buena competencia y ubicarse cuarto en la segunda manga.