Su travesía hasta Carmelo, Uruguay, estuvo sembrada de inconvenientes y, como si esto no fuera poco, Adrián Robert corrió en una moto desconocida, que no reunía las condiciones idóneas para la competencia.
Pero, lejos de arredrarse, se agigantó en la adversidad y logró el título latinoamericano de motocross en la categoría de los 250 cc. Fue su décimo galardón nivel regional. El piloto narró a ayer a La Nación sus peripecias, minutos después de arribar al país.
--Su viaje estuvo colmado de inconvenientes. ¿Podría enumerarlos?
--Mandaron un pasaje para piloto que incluía el transporte de la moto, pero como el martes pasado no había llegado el boleto de la máquina, le dije a los organizadores que no iría. Ellos me llamaron, el jueves en la noche, y me dijeron que, costara lo que costara, querían que yo fuera. Les pedí una moto nueva como condición para asistir. La salida era el viernes, a las 2 de la tarde, y faltando cinco minutos llegó el pasaje. Volé a Miami. Durante toda la noche viajé a Argentina y para llegar a Uruguay lo hice en un ferry rápido que me dejaba cerca de Carmelo, donde se iba a realizar la competencia. Cuando llegué a la pista, faltaban diez minutos para que finalizaran las pruebas; de camino iba vistiéndome.
--¿Cómo era la moto?
--La moto que me dieron era un gajo. Tenía la suspensión mala, la mufla rota y las llantas lisas. Aún así hice el segundo mejor tiempo de clasificación. Terminé de arreglarla como a las 8 de la noche; tuve que cambiarle aceite, retenedores y otras cosas.
--¿Qué pasó en la competencia?
--En el primer heat partí entre los primeros cinco, pero se cayó un venezolano y yo quedé prensado; así que salí último. Me ayudó que cada largada es de 30 minutos y dos vueltas, y entonces comencé a recuperar posiciones; faltando cinco minutos estaba primero, pero el compensador de atrás se quebró y perdí potencia. Aún así, gané. Tanto esfuerzo hizo que se me bajara la presión y el azúcar y no pude bajarme de la moto, sino que me caí y estuve 30 minutos en la ambulancia con suero. El compensador me lo arregló un señor en un taller móvil, que por casualidad llegó, porque el argentino, mi principal rival en la competencia, quien tenía uno de estos aditamentos, no me lo quiso prestar.
--¿Cómo hizo en la segunda largada?
--Estaba muy débil y dije que llegaría hasta donde pudiera. Salí segundo y me fui con el brasileño Jorge Negretti y cuando llevábamos buena ventaja comencé a bajar el ritmo para poder aguantar hasta el final. Pude llegar tercero y puntuar lo suficiente para conquistar el título.
--¿Temió perder el campeonato en algún momento?
--Cuando terminé el primer heat pensé que no podía levantarme y que allí terminaría mi participación, pero luego me di cuenta que podía hacer un esfuerzo y empecé a luchar por una posición. Y la logré.
--¿Cuál fue la estrategia de la carrera?
--Utilicé la experiencia y decidí correr con la cabeza. Iba analizando todas las posibilidades que tenían los otros corredores y dejaba pasar a los que no causaran daño. No podía dar el máximo porque me desmayaba.
--¿Cuánto representa, económicamente, este título?
--La organización entrega premios a los ganadores de cada manga y al que obtiene el título; fueron como unos $3.000 (¢572.430).
--¿Cuál era el estado de la pista?
--La pista era muy bonita, muy amplia, pero esto hizo que me costara adaptarme, pues entre más larga hay que memorizar los lugares donde es necesario frenar o acelar más. Era muy diferente a las pistas nacionales, donde las cortas distancias afectan al corredor y al espectáculo.
--¿Cómo se comportó el público con usted?
--Todos estaban a mi favor porque cuando me presentaron dijeron que yo había llegado el día anterior y parte de las peripecias que sufrí; además de que en poco tiempo hice un buen tiempo. En términos generales, los uruguayos son buenas personas.
--¿A quién dedica este campeonato?
--A toda mi familia: a mi esposa, María Esther; a mi hijo Derek y a mi hija recién nacida, Alexa, que dejé cuando sólo tenía tres días de nacida para salir a competir.
La próxima salida de Adrián será dentro de 15 días cuando asista a Bolivia para participar en el Campeonato Latinoamericano en la categoría de 125 cc, en la cual figura como favorito.
Nacido para ganar
Nombre: Adrián Robert Bonilla Equipo: Delta-KawasakiEdad: 29 años Estatura: 1,82 metros Peso: 172 libras Esposa: María Esther Penrod Hijos: Dérek, de año y 7 meses, y Alexa, de una semana. Títulos: Desde 1987 es el campeón nacional en 125 cc y 250 cc. Ha obtenido diez campeonatos latinoamerica (1987 hasta 1991 y 1995, en 250 cc, y de 1990 a 1992, en 125 cc. Además máximo líder en Supercross en 1992). Campeón Centroamericano de 80 cc (1981) y 250 cc (1986). Campeón en Super Cross (1989 y 1991) y en el Kodak Super Cross (1990, 1991 y 1992). Actualmente lidera las categorías de 125 y 250 cc en el Campeonato Nacional.