Celso Borges está en un sueño, el volante nacional todavía no despierta de lo vivido ayer en el Estadio de Vallecas frente al Rayo Vallecano.
En entrevista con La Nación el jugador aceptó que cuando anotó los dos goles no supo ni cómo celebrarlos.
Y es que no es para menos, Borges impulsó al Dépor a lograr tres puntos de oro, los cuales alejan al plantel de la zona de descenso.
“Sinceramente no pensé nada. Solo actué con lo que me salió, ni sabía cómo celebrar. En esos momentos se le vienen muchísimos pensamientos a uno, sobre todo el apoyo familiar. Yo estoy acá con mi papá y mi mamá, y bueno, eso es importante para sentirse cómodo”, manifestó.
Sobre las anotaciones, el futbolista no escondió que lo marcaron más allá de lo deportivo.
Borges anotó al minuto 10 del encuentro y al 72’ de penal.
“Son algo muy especial y diferente, sin duda es algo que nunca olvidaré. Es una sensación nueva, que espero que siga dándose”, confesó entre risas.
El partido que marcó el debut del tico fue extraño. Más allá de los dos goles, el futbolista tuvo que lidiar con un ritmo de juego muy diferente, el cual le pasó factura al inicio.
Durante la primera parte, el mixto tico solo recuperó una pelota, mientras que en los segundos 45 minutos lo hizo en cuatro ocasiones.
El mediocampista hizo 17 pases buenos, además de tres tiros directos a marco, de los cuales dos terminaron en la red.
“También ganamos y eso realza muchísimo más la labor individual, eran puntos que necesitábamos y por dicha se dio”, valoró el mundialista de Brasil 2014.
Para el penal, el jugador era consciente de que estaba designado para ser el cobrador, por lo que se lo tomó con calma.
En la conferencia previa al compromiso, el timonel Víctor Fernández le dijo que él era el encargado de tirar desde el manchón blanco, eso sí, mientras su compañero Lucas Pérez no estuviera en el campo.
“Tomé la oportunidad con tranquilidad. Yo estaba listo y, bueno, solo cumplí las órdenes del entrenador”, recordó el número 22 de los blanquiazules.
Antes de comenzar el cotejo, Celso tuvo un buen augurio: volvió a ver a una de las graderías del reducto deportivo y visualizó una bandera nacional.
Se llenó de motivación y luego fue el goleador del club.
“Es bonito. Es chiva poder brindar alegría al país de uno, pero siempre tranquilo, porque esto apenas está comenzando. Uno sabe que queda muchísimo terreno por recorrer. Vi la bandera de Costa Rica y eso siempre es emotivo para uno y se siente muy bien”, concluyó.