El camino que va de la cancha Ricardo Saprissa al Santiago Bernabéu no aparece en los mapas. Quizá por su forma laberíntica y porque cada quien lo recorre a su manera.
Si para alcanzar el punto de partida has tenido que bajar de la montaña, abandonando las humildes villas de Pérez Zeledón y atravesando el cerro de la Muerte, la ruta concluye bajo palos y te convierte en anfitrión después de pasar por el Carlos Belmonte (estadio del Albacete) y el Ciudad de Valencia (estadio del Levante).
Si por contra la suerte te llevó a nacer en un barrio de la capital, San José, el trazado toca Fredrikstad, Solna y Riazor, y muere en la medular del estadio blanco, al que se llega como visita.
Celso Borges y Keylor Navas han hecho carrera, triunfando por distintas vías, y este sábado reeditarán frente a miles de espectadores el duelo íntimo que se había convertido en costumbre para aquel par de críos del Saprissa. “Óscar Ramírez, el que ahora es el seleccionador de Costa Rica, nos decía que los más jóvenes debíamos quedarnos al acabar los entrenamientos para seguir ensayando. Yo practicaba el tiro y Keylor se ponía en portería. Estábamos empezando en esto, así que solo nos daba para apostarnos la fruta de después. Un mango, una sandía”. Acabada la serie de disparos, el perdedor cumplía en el quiosco del club. El premio podía variar, según la cosecha: “A veces nos apostábamos unos mamones chinos, pero no sé cómo quedará eso así escrito”, bromea el centrocampista del Dépor al recordar aquella época.
“Celso ayudó mucho a Keylor en esa época. Eran muy buenos amigos –explica Róger Mora al otro lado del teléfono–. Se pasaban media hora con el ejercicio cuando ya los demás se habían retirado. Y los días previos a cada partido, cuando se ensayaban los penales... Ahí ya era impresionante verlos competir. Qué bonito que vayan a revivir aquello”, pronunció el preparador de arqueros del Saprissa.
Jeaustin Campos, quien convirtió al centrocampista del Deportivo en titular habitual en Saprissa, recordó la relación entre ambos: “Ascendieron juntos, él y Keylor, y supongo que eso ayudó a su amistad, que luego consolidó la Selección”, apunta.
Campos se confiesa seguidor del Madrid, pero hace una concesión de cara al encuentro entre merengues y blanquiazules que se realizará en el estadio casa madridista: “Si alguien le marca a Keylor, que sea Celso”. Habrá tres puntos, sandía y mango en juego.