Italia fue eliminada en ese partido por los anfitriones surcoreanos, que llegaron a semifinales de una edición en la que España en cuartos y Portugal en la primera fase también se sintieron muy perjudicados por los árbitros en sus duelos contra el equipo local.
“¿Seis kilos de heroína? En 2002 no los tenía en los bolsillos, sino en el cuerpo...”, bromeó el portero Gianluigi Buffon sobre el anuncio del arresto de Moreno, de 41 años, en el aeropuerto JF Kennedy de Nueva York.
Moreno había anulado un tanto válido a Damiano Tommasi, que habría clasificado a Italia a cuartos por el 'gol de oro' y expulsó a Francesco Totti por simular una falta que podía haber sido castigada con un penal.
“Teníamos sospechas”, comentó Angelo Di Livio, que entró en juego en el minuto 72. “Teniendo en cuenta sus expresiones, su forma de arbitrar. Esta persona va a desaparecer del mundo del deporte, no merece respeto. Me parece justo castigarle”, añadió.
“Ahora es algo del pasado”, señaló Franco Carraro, presidente de la Federación Italiana en aquel momento, subrayando que el asunto de la droga no tiene que ver con el Corea del Sur-Italia de 2002.
Giovanni Trapattoni, seleccionador italiano en el Mundial de hace ocho años, estimó que “los hechos son tan graves que hablan por sí solos”.
Luigi Delneri, actual entrenador de la Juventus de Turín, apuntó que “los que le eligieron (para el partido) deberían realizar un examen de conciencia”.
“Esta es la confirmación a posteriori de que Moreno no es alguien muy limpio, pero no se pueden relacionar las dos situaciones con ocho años de intervalo, sería deshonesto”, comentó por su parte el actual dirigente de la Federación, Giancarlo Abete.