EscucharLondres (AFP). Tras recuperarse de su lesión de tobillo, Wayne Rooney va a tener que enfrentarse a un reto poco habitual para él: reconquistar su puesto de titular en el Manchester United ante la amenaza cada vez más creciente de la nueva figura del equipo, el joven mexicano Javier Hernández.
Chicharito, llegado antes de la actual temporada procedente del Chivas de Guadalajara, no ha tardado en brillar y llenar de sombreros mexicanos las gradas de Old Trafford, que le ha adoptado como un nuevo ídolo, coincidiendo con la tensión del club y el cuerpo técnico con su estrella Rooney.
En doce partidos, teniendo en cuenta todas las competiciones, el atacante azteca ha demostrado su capacidad de “matador”, con seis dianas, dos con la zurda, dos con la derecha y dos de cabeza.
A menudo, Hernández ha sido decisivo, como en Valencia (1-0) en la Liga de Campeones o en Stoke (2-1) en la Premier League, donde firmó un doblete, incluyendo un tanto de bella factura que a buen seguro quedará como uno de los mejores de la temporada.
Con la lesión de Rooney, Chicharito ha acompañado al búlgaro Dimitar Berbatov en el ataque de los Red Devils y en principio Alex Ferguson repetirá la fórmula mañana ante el Bursaspor turco, a menos que prefiera reservarle para el gran derbi City-United del 10 de noviembre.
El entrenador no esconde que la recuperación de Rooney puede crear tensiones, después de cinco semanas en las que la joven promesa mexicana ha estado espectacular.
“Esto presenta un problema, pero un problema de los buenos. No voy a dejarle de lado. Conserva su puesto porque se lo merece”, apuntó Ferguson, encantado con su nueva adquisición.
Hernández, que participó con el Tri mexicano en el Mundial de Sudáfrica-2010, proviene de una familia marcada por el fútbol. Su padre, Chicharo, y su abuelo también jugaron Mundiales, en México-1986 y Suiza-1954, respectivamente.
El United estuvo rápido y consiguió su firma por apenas 7 millones de libras, lo que confirma el buen olfato de los “cazatalentos” del club y del veterano Ferguson.
“Es joven y tiene ganas de aprender. Disfruta aquí, su familia está con él y habla inglés. Es educado también, hace todo como hay que hacerlo”, declaró recientemente el entrenador escocés.
La imagen de buen chico contrasta con la de Rooney, que ha ido de polémica en polémica en los últimos meses, coincidiendo con meses de bajón deportivo, donde sólo ha sumado para el Manchester United un tanto, y de penal, en los últimos siete meses.
Junto a ello, Rooney ha sido noticia por sus infidelidades conyugales y por la polémica sobre su continuidad: tras anunciar que quería irse, consiguió renovar su contrato, con una fuerte subida salarial, que la prensa sitúa entre 150.000 y 200.000 libras por semana.
Mientras Chicharito celebra poder jugar para “el mejor club del mundo”, su compañero se ha ganado enemigos al flirtear con la posibilidad de dejar Old Trafford para irse al vecino y gran rival Manchester City. Un conato de traición que la hinchada no olvidará fácilmente.
