México, D. F. EFE. México buscará imponer su supremacía en casa frente a Estados Unidos. Los de las barras y las estrellas tienen como objetivo ganarle por primera vez en su terreno.
Estos ingredientes hace particular este amistoso entre los dos grandes equipos de la Concacaf.
En la última ocasión en la que ambos rivales se enfrentaron en un partido no oficial, todo se resolvió con un empate a unos en Filadelfia el año pasado.
El dominio mexicano de décadas en su estadio Azteca solo se vio ensombrecido por una derrota contra Costa Rica en el 2001, en las eliminatorias para el Mundial de Corea y Japón.
Los del Tío Sam nunca vencieron a sus vecinos en su terreno por lo que el amistoso le dará una gran oportunidad para intentarlo, de la mano del delantero Landon Donovan y de su seleccionador, el alemán Jurgen Klinsman.
La vecindad geográfica alimenta una rivalidad deportiva en la que se registran 60 partidos disputados, de los cuales México ganó 33, con 12 empates y 15 triunfos para los estadounidenses.
Ambas selecciones están inmersas en la eliminatoria regional para el Mundial de Brasil que se celebrará en el 2014.
Klinsman llegó a México con una plantilla de 23 convocados entre los que destacan seis jugadores de equipos mexicanos.
Por su parte el seleccionador azteca, José Manuel de la Torre, llamó a varios jugadores de equipos europeos, encabezados por Javier Chicharito Hernández, del Manchester United inglés, y Andrés Guardado, del Valencia español.
El partido, para el que los boletos llegarob al precio de 1000 pesos (unos $74 dólares, casi ¢38.000) será el marco idóneo para un homenaje que se le rendirá a su selección olímpica.
México ganó el oro en los Juegos Londres 2012 al derrotar por dos a uno al equipo de Brasil en la final, que se jugó el sábado pasado en Wembley.