La historia de Joel Campbell es tan corta como vertiginosa.
El adolescente zurdo, de 19 años, vivió un ascenso astronómico en el último año, el cual lo llevó a firmar con el poderoso Arsenal inglés.
Ayer llegó a Londres y en teoría hoy será presentado en el club.
El fichaje de inmediato se convirtió en uno de los más importantes en la historia tica, tanto por la suma económica, como por el destino al que fue a dar.
Los $2.8 millones e ir bajo la tutela del galardonado Arséne Wenger, definitivamente, es algo inusual.
Pero solo mencionar el desenlace de este primer capítulo en la carrera de la nueva estrella del futbol costarricense sería ser mezquino.
A Campbell se le conoció en el 2009 cuando la Selección Sub-17 participó del Mundial de Nigeria.
El equipo fue un desastre en cuanto a resultados, pero lo poco que se le vio, lo ofreció Campbell.
No obstante, era muy joven.
Su antiguo club Saprissa no quiso arriesgarse y le dio más tiempo. Su nombre se apagó por buen rato.
Un año más tarde todo empezaría a cambiar a un ritmo fugaz.
Entonces, sería hasta una triangular de los “90 minutos por la vida”, a inicios del 2011, en la que la gente se acordaría de que el país tenía un diamante en lista de espera.
En esa ocasión sacó parte de su repertorio para marcarle un golazo a la Liga desde fuera del área.
Absolutamente todo cambió.
El aficionado saprissista comenzó a pedirlo, a preguntarse porqué no jugaba.
La prensa cuestionó a su técnico de turno, el mexicano Juan Manuel Álvarez, quien insistía en que Campbell aún debía esperar.
El Monstruo lo envió a préstamo a Puntarenas FC en búsqueda de ese rodaje que lo preparara para su regreso, pero tampoco lo logró.
El timonel Juan Luis Hernández lo puso a cuentagotas, reiterando el mensaje: no estaba listo.
La pregunta era masiva.” ¿Existe algún problema con él?”
Entre corrillos, se habló de poca disposición, de mala mentalidad.
No obstante, hubo alguien que desde el primer momento en que lo observó no dudó de su talento.
Ricardo La Volpe se lo encontró de casualidad en un entrenamiento de la Mayor (Campbell fue de relleno, pues estaba con la Sub-20).
Fue como un amor a primera vista, pues no lo soltó más y le arrojó todas las buenas palabras que conocía y criticó a todos los que le habían dado la espalda al joven.
Esa confianza en Campbell lo hizo estallar y se destapó en el Premundial Sub-20. Desde ahí, no hubo quien lo detuviera.
De la mano de La Volpe y de su técnico en la Juvenil, Ronald González, terminaría de afinar lo que dentro de poco llamaría la atención de muchos ojos cargados de futbol a lo largo del planeta.
Ahí apareció el Arsenal (además de otros clubes) empezando una puja que incluyó hasta pólémica, pues en un punto se dijo que las relaciones se habían roto porque Campbell no llegó a una reunión.
Empero, su paso por el Mundial Sub-20 terminó de enviar el recado, garantizando su potencial. Se trajo más anotaciones y un contrato.
Hoy inicia el capítulo dos.