Ante el Wolfsburgo, el Real Madrid se juega la temporada y Zidane su reputación

La proeza o el abismo, esas son las opciones del Real Madrid que se juega la temporada y la reputación de Zinedine Zidane en la vuelta de los cuartos de final de la Champions League con la obligación de remontar el 2-0 cosechado en Wolfsburgo.

Los madridistas están al borde del precipicio y en el Santiago Bernabéu deberán superar una desventaja de dos goles, sin conceder un tanto en su estadio, que les condenaría a marcar por lo menos cuatro para clasificarse.

Caer ante el Wolfsburgo, octavo del campeonato alemán y debutante en los cuartos de final de la Liga de Campeones, sería un tremendo fracaso para el gran club blanco, rey de la máxima competición continental con 10 trofeos.

La eliminación también daría al traste con la mejor opción merengue para evitar un segundo año en blanco, aunque en las últimas dos jornadas haya recobrado esperanzas en la Liga.

En el Real Madrid, la crisis nunca está lejos y la situación de Zidane podría volverse muy inestable, pese a la prestigiosa victoria obtenida el 2 de abril en su primer Clásico como entrenador frente al Barcelona (2-1).

"Este puede ser el partido más importante de la temporada, pero es un partido de fútbol y estamos listos para jugar", aseguró este lunes el técnico blanco, días después de decir que "el martes nos jugamos la temporada".

Tras calificar de "nulo" el partido del miércoles en Alemania, Zidane no huyó de sus responsabilidades. Afirmó ser consciente de que se jugaba su puesto al estar en un club tan importante. Pero, también se mostró confiado de la capacidad de su equipo para dar la vuelta a la situación

En casa, el equipo suma más de cuatro goles por partido desde que el francés llegó al banquillo a principios de enero, como ocurrió el sábado ante el Eibar en el campeonato (4-0).

Un resultado así clasificaría a los madridistas, y sería un inmenso alivio y un gran éxito para un técnico jóven como Zidane (43 años).

"Son estos partidos difíciles los que buscamos, tanto los jugadores como yo. Es tan bonito ganar cuando las cosas están difíciles. Estoy deseando que llegue ya", añadió el técnico francés la víspera del duelo.

Para tener esperanza, los merengues miran al recuerdo de las locas remontadas europeas del club. Contra el Derby County en 1975-76 (1-4 después 5-1 en la prórroga), contra el Inter Milán en 1984-85 (0-2 y 3-0) y la temporada siguiente (1-3 y 5-1 en la prórroga). O, más recientemente, contra el Bayern Múnich (1-2 y 2-0) en la campaña 2001-02, con Zidane en el campo.

El equipo se encomienda al 'espíritu de Juanito', carismático jugador blanco de los años 80. "90 minutos en el Bernabéu son muy largos", avisaba el delantero a sus adversarios.

Frente a la velocidad del contragolpe del Wolfsburgo, los españoles llevarán el peso del partido, pero su potencia de fuego en la delantera debería marcar la diferencia, sobre todo con Cristiano Ronaldo, máximo goleador de la competición con 13 goles.

"Espero que sea una noche mágica, estoy muy ilusionado", lanzó el delantero portugués el domingo, apelando a los aficionados a llenar los 80.000 asientos del Bernabéu. "El equipo tiene confianza, el entrenador tiene confianza y la afición tiene que tener confianza también", añadió.

Zidane podrá disponer de todos sus efectivos el martes. Mientras que su futuro en la selección francesa debería solucionarse en los próximos días, Karim Benzema vuelve tras el golpe recibido en la rodilla durante el partido en Wolfsburgo y debería completar el trío ofensivo conocido como la BBC (Bale-Benzema-Cristiano).

Por otra parte, la entrada de Dani Carvajal en el lateral derecho en lugar del brasileño Danilo, debería ser el único cambio con respecto al duelo de ida.

La gran diferencia estará en la motivación. Depende de Zidane guiar al Real Madrid a una proeza que salve la temporada.