Saprissa despidió el paso del Fulham inglés por el país con una receta para el sufrimiento, un juego de toque y velocidad que estuvo cerca de despedir a los blancos con su primera derrota en Costa Rica.
Por primera vez el equipo de Bryan Ruiz no fue el dueño único de las acciones, ni tampoco el primero en hacer daño al rival.
La S no solo abrió el marcador sino que también empujó al Fulham hasta los penales, donde el apuro inglés se disimuló con una victoria simbólica desde los 11 pasos.
Igual que Alajuelense y Cartaginés, Saprissa también tuvo su probada del fútbol de primer mundo, con todo y esa presión zonal que tanto incomoda al balompié tico.
Hombres más, hombres menos, los dirigidos por Martin Jol llegaron al Estadio Nacional a jugar a lo que saben, con ese orden militar y la facilidad que tienen para minimizar riesgos con solo adelantar un poco las líneas.
Sin embargo, a diferencia de los choques previos por el país, la S combatió la escasez de espacios con un fútbol de toque y velocidad que se sabe tiene aunque no siempre explota, pero que ayer dejó ver por largos y buenos tramos.
Goles. El temprano gol de David Ramírez apenas al 25’ no solo fue el segundo que recibieron los ingleses en su gira por Costa Rica sino que además fue la primera vez que se vieron abajo en el pizarrón.
Ramírez, un canterano que aún espera su debut en la Primera, aprovechó el pase filtrado de Diego Estrada para rematar de primera intención, un recurso poco visto pero muy añorado en el país.
Sin embargo, los ingleses se detuvieron muy poco a poco a pensar en lo inusual de la situación y Bryan Ruiz, con el talento que se le conoce afuera, dejó en el suelo a Alexánder Robinson con un quiebre y definió con simpleza ante Donny Grant. Volvía la paridad.
Ese fallo vino acompañado de otro mayúsculo compartido por toda la zaga, que en inocente acción dio por sentado un balón a la línea que terminó en un centro al área y la anotación de Rodallega (38’).
Hasta ahí el juego se veía poco claro, pero lo mejor de los locales estaba por venir.
Con la salida de Guzmán y el ingreso de Golobio el juego morado empezó a sentirse más en la parcela del conjunto inglés.
Sin poder hablar de superioridad, la S adelantó líneas hasta que Diego Estrada, con un remate milimétrico, hizo que pensar en una victoria tibaseña sonara posible.
Al final no hubo más gritos de gol pero sí una ronda de penales, donde Ariel Rodríguez fue el único que falló, dejando que el Fulham se llevara una victoria simbólica ante un Saprissa de orgullo.