Madrid
Pablo Ruz, juez de la Audiencia Nacional, citó como imputados para el próximo 13 de junio al expresidente del Barcelona, Sandro Rosell, y al representante legal del club, Antonio Rossich, en relación al delito fiscal que presuntamente cometió el Barça en el fichaje del delantero brasileño Neymar.
Será la primera vez que Rossell preste declaración como imputado por el caso Neymar desde que el pasado 22 de enero Ruz admitiera a trámite la querella interpuesta contra él por el socio del club Jordi Cases por apropiación indebida en este fichaje, lo que le valió la dimisión de la presidencia del club.
Ruz adoptó esta decisión en una providencia que ha emitido tras recibir un informe de la Agencia Tributaria, fechado el 30 de mayo, que confirma que Barcelona, imputado ya en esta causa como persona jurídica, cometió un delito fiscal al defraudar a Hacienda al menos 9,1 millones de euros (¢6.913 millones) en el fichaje de Neymar da Silva.
Según el juez, en ese informe Hacienda también constata la posible defraudación de otros 2,6 millones de euros (¢1.975 millones) para el ejercicio de 2014, lo que elevaría el fraude a 11,7 millones (¢8.889 millones).
Reclama además al Barça diversa documentación, entre la que destaca el desglose de las rentas declaradas y las retenciones ingresadas a Hacienda el pasado 24 de febrero en virtud de la regularización voluntaria extemporánea que hizo el club por importe de 13,5 millones de euros (¢10.225 millones) por el fichaje de Neymar.
Barça hizo este pago a Hacienda cuatro días después de que Ruz imputara el pasado 20 de febrero al club por delito fiscal, aunque ello no le eximiría del abono de la correspondiente multa si finalmente es condenado por un delito fiscal.
Para el mismo día en que ha citado a Rossell y a Rossich, Ruz también ha llamado a declarar como testigos a los peritos de Deloitte que elaboraron la auditoría de cuentas anuales de Barcelona con fecha del 30 de junio de 2012 y del 30 de junio de 2013.
El juez considera que el Barça incurrió en un fraude tributario al no declarar debidamente el pago a las sociedades vinculadas al jugador de 10 millones de euros (¢7.596 millones) en 2011 y otros 27,92 millones (¢21.210 millones) en 2013 para asegurarse su fichaje.
Esos 9.1 millones supuestamente defraudados corresponderían al 24,75 por ciento de los 37,9 millones (¢28.792 millones) que el Barcelona pagó a las empresas del entorno de Neymar y que no formarían parte del traspaso sino del salario del jugador y, por lo tanto, deberían ser considerados como rendimiento de trabajo.