ENTRENAMIENTO VAS13.VARSOVIA (POLONIA).11/6/2012.- El jugador de la selección nacional rusa Andrey Arshavin (i) se rie durante el entrenamiento del equipo en el estadio Nacional de Varsovia, Polonia. Rusia se prepara para su partido contra Polonia el 12 de junio. EFE/VASSIL DONEV (VASSIL DONEV)
Antes de la segunda jornada, los rusos lideran en solitario con tres puntos tras golear 4-1 a los checos, mientras que polacos y griegos figuran con uno. La República Checa sigue a cero.
El Polonia-Rusia ha generado una gran expectación por las tensas relaciones históricas entre ambos países, por lo que cuenta con un inevitable trasfondo político.
Los futbolistas, eso sí, han insistido en no dejarse involucrar en ese objetivo de algunos sectores de convertir el partido de fútbol en un nuevo episodio de lucha nacional.
“¿Si hay rivalidad con Rusia? No, hay más con Alemania que con Rusia. No hay una gran rivalidad con Rusia, aunque tampoco son grandes amigos”, explicó el centrocampista polaco (nacido en Francia) Ludovic Obraniak tras el primer partido de su equipo.
En lo estrictamente futbolístico, Rusia es favorita a la victoria, sobre todo después de lo mostrado en el primer partido ante los checos, a los que arrolló 4-1 en Breslavia.
Alan Dzagoev firmó un doblete en ese partido y será uno de los hombres a seguir, sin olvidar a la estrella del equipo, Andrei Arshavin, que intentarán poner a prueba al arquero Przemyslaw Tyton, quien volverá a la meta. Wojciech Szczesney está sancionado.
Tyton ya se ganó todos los elogios cuando, tras la expulsión del arquero del Arsenal por cometer un penal, detuvo el lanzamiento y permitió a los suyos evitar la derrota contra los griegos en el Nacional de Varsovia.
En el otro partido del grupo, helenos y checos se enfrentan en Breslavia con la misión de no perder para apurar sus opciones de acceder a los cuartos de final.
Ganar significaría relanzar las opciones en la lucha por la clasificación, pero perder sería letal, o casi, en un partido que marcará la suerte de ambos.
Por lo mostrado en el primer partido, los griegos son favoritos, intentando reeditar en esta Eurocopa la sorpresa que dieron en la de hace ocho años, cuando el equipo se proclamó campeón en Portugal, ante la perplejidad general.
“Los dos partidos que nos quedan son difíciles: Rusia y la República Checa. Tendremos que esforzarnos al máximo para clasificarnos”, avisó ya Dimitris Salpingidis, esperanza ofensiva de los helenos.
Grecia demostró un gran coraje y una actitud muy positiva en el primer partido, especialmente tras quedarse con 10 en el minuto 44.
Frente a ellos estará una selección de República Checa bastante herida que necesita resucitar con tres puntos que le permitirían volver a ponerse en pie después de ser arrastrada por el huracán ruso en el debut de la competición, durante la primer fecha.