Argentine forward Lionel Messi gestures during their 2011 Copa America quarter-final football match against Uruguay, at the Cementerio de Elefantes stadium in Santa Fe, 476 Km north of Buenos Aires, on July 16, 2011. AFP PHOTO / JUAN MABROMATA (JUAN MABROMATA)
Esa presión extra de ser los superfavoritos de siempre en la más antigua cita de selecciones les pasó la factura en el momento decisivo de los cuartos de final, el último fin de semana, el primero en Santa Fe y el segundo en La Plata.
“Argentina era el favorito ante Uruguay, pero se dio la hermosa sorpresa del futbol. Vi el juego Paraguay y Brasil y me decía que no era posible que no ganaran los brasileños ante un equipo que está en semifinales pese a que no ha ganado ningún partido”, resaltó ayer Pedro Vita, analista argentino de
En este punto, tanto Argentina como el vigente bicampeón de la Copa, Brasil, sufrieron por dos actuaciones prodigiosas de los arqueros rivales, en los casos del uruguayo Fernando Muslera y el paraguayo Justo Villar, quienes lo pararon todo y evitaron que los grandes aspirantes al cetro avanzaran.
Ambas selecciones sufrieron los férreos esquemas defensivos que les presentaron sus respectivos rivales como forma de frenar un poderío ofensivo que asusta.
Paraguay y Uruguay utilizaron un esquema similar al enfrentar a Brasil y Argentina, que pasaba por agruparse en forma ordenada en defensa y usar un igual dispositivo de doble marcaje sobre las figuras.
El astro argentino del Barcelona, Messi, fue el más esforzado de los legionarios convocados por Sergio Batista. Pero no pudo hacerlo todo; pese a ello, dio tres asistencia de gol a sus compañeros.
Por su parte, Neymar, la estrella del Santos de Brasil, campeón de la Copa Libertadores, fue intermitente en la Copa y solo despertó con dos tantos a los ecuatorianos, en la última jornada del grupo B.
El resto del equipo brasileño mostró una increíble ineficacia en los penales al fallar los cuatro disparos ejecutados ante el estupor de unos 10.000 torcedores brasileños, quienes no están acostumbrados a semejante espectáculo.
Ahora Argentina y Brasil deben retomar el rumbo. E gran objetivo es el Mundial del 2014, pero sin duda iniciaron el proceso hacia la cita máxima con sendos fracasos.