EscucharBuenos Aires (AP). Martín Palermo, uno de los más grandes goleadores del fútbol argentino, defendió ayer a Boca Juniors por última vez en el mítico estadio La Bombonera, cuyo público le tributó una despedida reservada nada más que a los grandes ídolos.
Palermo, de 37 años y máximo goleador en la historia de Boca, se despidió de su público en el empate 1-1 ante Banfield por la penúltima fecha del Clausura, en el que poco antes Vélez Sarfield se consagró campeón al vencer 2-0 a Huracán.
Cerca de 50.000 personas, entre ellos Diego Maradona, fanático de Boca y extécnico de Argentina, presenciaron la despedida de Palermo en la cancha de Boca.
“Ni en sueños me iba a imaginar que la gente me iba a brindar tanto cariño”, dijo Palermo luego por los altavoces del estadio. El artillero destacó que se retirará en forma definitiva el próximo fin de semana ante Gimnasia La Plata en el cierre del campeonato.
Palermo no marcó goles pero cada vez que tocaba el balón recibía una ovación.
“Aplaudan, aplaudan, no dejen de aplaudir, los goles de Palermo que ya van a venir”, bramaba con fe ciega una multitud aunque el Titán o El Loco no tuviese la pelota.
Nicolás Colazo abrió el marcador para Boca e igualó Facundo Ferreyra.
Ídolo de Boca y con 19 años en primera división, Palermo es el quinto máximo artillero en el fútbol argentino, compartiendo ese lugar con el retirado José Sanfilippo, ambos con 227 goles oficiales.
Palermo, quien se inició en Estudiantes de La Plata, se consagró en Boca con 14 títulos, entre ellos seis campeonatos argentinos, 2 ediciones de la Copa Libertadores (2000/2001), un campeonato Mundial de clubes (2000), 2 ediciones de la Copa Sudamericana (2004/2005) y 3 Recopas Sudamericanas (2005/2006/2008).
Palermo fue decisivo en ese ciclo exitoso que incluyó un triunfo ante Real Madrid de España por 2-1 con dos goles suyos que le permitieron a Boca alzar la Copa Mundial de clubes en Tokio.
Además de en Estudiantes y Boca, Palermo jugó entre 2001/2004 en los clubes españoles Villarreal, Betis y Alavés para luego regresar otra vez a los Xeneixes .
“Me enorgullece cuando me dicen que mi hijo es un gran delantero, pero sobre todo cuando me felicitan porque es una gran persona”, dijo Carlos Palermo, el padre del Titán .
Con la selección argentina, Palermo atravesó por etapas diversas: erró tres penales en un partido ante Colombia por la Copa América de Paraguay 1999, y con Maradona como técnico convirtió un gol clave en el 2-1 contra Perú que aseguró la clasificación argentina al Mundial de Sudáfrica 2010.
En ese Mundial y con solo 11 minutos en la cancha, Palermo capturó un rebote y la envió a la red en el 2-0 ante Grecia.
Fue un gol de derecha, su pierna menos hábil. Pero Palermo cosechó goles de todos los colores: de cabeza, casi desde la mitad de la cancha; una vez con el hombro, otra con la rodilla, varias veces de cabeza o de penal, uno de ellos tras tropezarse y tocar dos veces la pelota.
Todos fueron goles con el sello de Palermo.
