Abrazado desde nacimiento por los colores bávaros, Thomas Muller se convirtió ayer en el verdugo del Barcelona al marcar dos de los cuatro goles con que el Bayern Múnich arrolló a los catalanes.
Aquel quien fue ignorado por Maradona en una conferencia de prensa en el mundial de Sudáfrica 2010, fue ayer determinante para impulsar el aplastante triunfo bávaro y poner Wembley a la vuelta de la esquina.
Un cabezazo suyo abrió las cuentas de la serie a penas al minuto 25 y otro centro por esta misma vía le permitió dejarle servido el segundo tanto a su compatriota Mario Gómez para el 2-0.
Incluso su “pantalla” (una fuerte entrada ante Jordi Alba, que bien pudo ser sancionada como falta) ayudó en el tercer tanto del holandés Arjen Robben.
La mágica noche del alemán de 23 años, terminó con su segunda anotación personal que le permite al jugador redondear una temporada completa con 12 goles en la liga y siete en Champions.
Con respecto a su partido, Muller dijo que “sencillamente” había hecho su aporte a la victoria y que desde el principio sabía que para tener un buen papel tenía que correr mucho en el partido.
Además, añadió que ahora el club bávaro tiene que ir a rematar la serie en el Camp Nou.
“Se supone que existe la magia del Camp Nou, tenemos que mostrar que no creemos en ella”, dijo Muller tras el partido en declaraciones a la cadena digital Sky y que recopila la agencia EFE.
Es a lo único que ahora tendrá que apostar el Barça para el juego de vuelta si quiere la final.
“Hay que intentarlo por orgullo. El equipo pelea hasta el final, porque somos el Barça y vamos a intentar el milagro, pese a que es prácticamente imposible”, reconoció Xavi.
Por su parte, el defensor Gerard Piqué indicó que el Bayern fue muy superior a ellos.
“No hay mucha explicación; son más rápidos, más fuertes y juegan mejor futbol. Nos han dado un repaso”, añadió Piqué.
El Barcelona podría levantar el título de liga el próximo fin de semana si triunfan y el Real Madrid pierde. Eso sí, el ambiente no estará para grandes festejos.