Pachuca, México. AP Miles de personas acudieron ayer a darle el último adiós al exarquero colombiano, Miguel Calero, en una misa de cuerpo en el estadio Hidalgo de Pachuca.
Calero, quien tuviera una exitosa carrera con la selección de su país y con el Pachuca de la primera división mexicana, murió el mediodía del martes luego de sufrir dos trombosis cerebrales.
El martes por la noche comenzó el velorio para Calero (41 años) en un auditorio de la ciudad de Pachuca, que está ubicada a unos 100 km. al norte de la capital mexicana.
El club rindió un homenaje ante unos 12.000 aficionados que acudieron al estadio antes que Calero fuese cremado ayer por la noche.
“No me queda más que agradecerles de todo corazón en nombre de mi familia y del mío propio por haber aceptado a Miguel como tuzo, agradecerle a Pachuca por aceptarlo como su hijo, y al plantel y a los directivos por hacerlo de su familia”, manifestó Nilton, hermano del arquero colombiano.
“Se los vamos a dejar aquí, porque aquí lo van a seguir adorando”, añadió el hermano del portero.
El dueño del club, Jesús Martínez, informó que la mitad de sus restos permanecerán con su familia en Colombia y la otra mitad se quedarán en las instalaciones del Pachuca, que construirá un nicho para él. Además, mencionó que el estadio del Pachuca tendrá un palco en honor de Calero y planea construir una estatua y que una escuela de porteros lleve su nombre.
“Perdimos a un gran hermano que le dio mucho a Pachuca”, dijo Martínez, quien en la misa estuvo sentado junto a la esposa de Calero. Desde antes del arranque de la misa, la barra de los Tuzos dedicó cánticos para el portero.