EscucharLondres. (AP). Obligado a resolver la crisis del Liverpool en la portería, Brad Jones buscará coronar una temporada traumática en lo personal ayudando el sábado a su equipo a llegar a una segunda final de la Copa de la FA a costa de su archirrival Everton.
El jugador australiano de 30 años tendrá su primer juego como titular de la temporada en las semifinales de la Copa de la FA en el estadio Wembley, después que quedaron fuera de acción por suspensión los dos guardametas principales del Liverpool: Pepe Reina y Alexander Doni.
El hijo de Jones, Luca, falleció en noviembre por leucemia, haciendo que el jugador abandonara temporalmente el fútbol. Pasados cinco meses, y una semana después de que su novia dio a luz otro hijo, Jones se está preparando parta el juego más importante de su vida.
Todavía no lo asimilo realmente, comentó Jones, quien ingresó como sustituto después de la expulsión de Doni ante Blackburn el miércoles y detuvo un tiro penal en la victoria por 3-2.
Va a ser un gran acontecimiento contra Everton. Tengo que asegurarme de hacer bien las cosas, y va a ser un día extra especial, agregó.
El encuentro será una de dos semifinales en Wembley este fin de semana, con los adversarios londinenses Tottenham y Chelsea enfrentándose el domingo.
Se esperaba que toda la atención se centrara en esos dos juegos, ya que Manchester United parecía encaminado a repetir el título de la liga Premier después de sacar ocho puntos de ventaja sobre Manchester City el fin de semana pasado.
Sin embargo, con la derrota de United por 1-0 ante Wigan y la victoria aplastante del City por 4-0 sobre West Bromwich Albion el miércoles, la ventaja se redujo a cinco unidades con cinco fechas por jugar. Los equipos se enfrentan entre sí el 30 de abril.
United recibe el domingo al Aston Villa y el City choca el sábado con Norwich.
Arsenal también podría ampliar su ventaja a ocho puntos en el tercer lugar sobre Tottenham y Newcastle con una victoria el sábado sobre Wigan.
El derbi de Merseyside revivirá recuerdos de finales de la década de 1980, cuando Liverpool y Everton _entonces dos equipos dominantes del fútbol inglés_ se enfrentaron en dos finales de la Copa de la FA en el antiguo Wembley.
Liverpool ganó ambos enfrentamientos, en 1986 y 1989, ocurriendo el segundo semanas después de que 96 aficionados del equipo murieron aplastados en la semifinal contra Nottingham Forest en el estadio Hillsborough.
El domingo se conmemora el 23er aniversario de esa tragedia, y el Liverpool recibió autorización de la Asociación Inglesa de Fútbol para no jugar ese día. Se observará un minuto de silencio antes de ambas semifinales.
Significa que el juego de Chelsea fue programado para el domingo, tres días antes del juego de ida de su semifinal de la Liga de Campeones contra Barcelona en el estadio Stamford Bridge.
Chelsea está en medio de un calendario frenético, habiendo jugado tres juegos por semana desde el inicio de marzo.
Va a ser muy demandante física y mentalmente hasta el final de la temporada, dijo el técnico interino del Chelsea, Roberto Di Matteo, quien podría no contar con el lesionado lateral izquierdo Ashley Cole.
La situación del Tottenham es espantosa tras haber ganado sólo uno de sus últimos ocho juegos de la Premier, cayendo a la cuarta posición y poniendo en peligro sus esperanzas de clasificarse a la Liga de Campeones de la próxima temporada.
