EscucharEstambul. (AFP). La final de la Liga de Campeones de futbol de 2014 tendrá lugar en Lisboa, la capital portuguesa, mientras que la final de la Europa League del mismo año se disputará en Turín (Italia), decidió hoy el Comité Ejecutivo de la UEFA, reunido en Estambul.
En la ciudad turca tendrá lugar esta semana el Congreso del organismo que rige el futbol europeo.
La Champions de este año se jugará en Múnich y la de 2013 ya estaba otorgada para Wembley (Londres).
Ese recinto de la capital británica ya acogió en 2011 la final del máximo torneo europeo, pero la UEFA decidió volver allí apenas sólo dos años después, de manera excepcional, como homenaje por el 150 aniversario de la Federación Inglesa de Fútbol, nacida en 1863.
Lisboa acogerá por segunda vez la final de esta competición, después de haberlo hecho en la Copa de Europa 1966-1967, donde el Celtic de Glasgow escocés ganó 2-1 al Inter de Milán italiano.
El estadio que será escenario del partido será en esta ocasión el de la Luz, donde juega habitualmente el Benfica y donde tuvo lugar la final de la Eurocopa-2004, en la que Grecia superó 1-0 a la selección anfitriona.
El recinto fue totalmente reconstruido para la Eurocopa, hasta conseguir su capacidad actual de más de 65.000 espectadores, y fue inaugurado en octubre de 2003, con un partido amistoso en el que el Benfica se impuso por 2 a 1 al Nacional de Montevideo uruguayo.
El anterior Estadio da Luz, el demolido, era un emblema de Lisboa y había sido inaugurado en 1954, en unos años gloriosos de la historia del Benfica, que esta temporada tiene opciones de hacer algo grande en la Liga de Campeones, ya que está clasificado para los cuartos de final, donde se verá con el Chelsea.
La final de la Europa League de 2013 ya había sido atribuida hace meses a Ámsterdam. Este año, el segundo torneo europeo, heredero de la Copa de la UEFA, tiene su final programada para el 9 de mayo en Bucarest.
El recinto de Turín, el Juventus Stadium, es un moderno recinto inaugurado por la 'Vecchia Signora' antes de la actual temporada y tiene la peculiaridad de ser el primer estadio italiano propiedad de un club.
Su construcción costó más de cien millones de euros y tiene capacidad para 41.000 espectadores.
