Alajuela. Entre el penal fallido y el descuido que le permitió al Toluca anotar el único gol del juego apenas pasó un pestañeo. Fueron 10 minutos de infortunio en los que a los erizos se les comprometió, y mucho, el pase a la final de la Liga de Campeones de Concacaf.
No fue en velocidad ni toque en lo que los Diablos superaron al Alajuelense. En eso los ticos se pusieron a la altura, pero no en el oficio para definir con sangre fría las oportunidades en el área.
Los choriceros se van con la ventaja porque aprovecharon el único descuido para hacer la travesura, ese que al 70' permitió que Paulo da Silva se desmarcara y cabeceara con facilidad el tiro de esquina cobrado por Juan Manuel Salgueiro.
Un dardo mortalmente dolorozo para los fanáticos que abarrotaron el Morera Soto y que apenas unos minutos antes, al 64', estallaban de alegría cuando Johan Venegas incursionaba valiente hacia el marco de César Lozano y el mismo Da Silva lo derribaba en el área.
Entre la falta de penal cometida sobre Venegas y el malogrado cobro de Jonathan McDonald pasó solo un minuto pero fue tiempo suficiente para que los parciales soñaran con llevar la ventaja a México.
No pasó. Mac le pegó mal y el balón salió por arriba del marco.
Faltó contundencia. Jonathan, quien pegó una en el palo al 40' cuando Armando Alonso le había servido la oportunidad de abrir el marcador, se quedó sin ánimo en el momento en que la bola del penal voló hacia la gradería norte.
Pero no decayó Óscar Ramírez. El estratega rojinegro había hecho un planteamiento muy esmerado y adecuado como para dejar así no más que se le fuera el partido.
Ingresaron José Guillermo Ortiz y Allen Guevara a reavivar el dolido espíritu de sus compañeros, a decirles que se podía remontar. Se lo creyeron, solo que Lozano no estuvo de acuerdo.
Cuzuco volvió locos a los aztecas y llevó peligro al área. Fue así como al 81' Ortiz la tuvo para empatar tras una escapada de Guevara, pero Lozano se la desvió directo al tiro de esquina.
En el córner resultante Johnny Acosta la tuvo, pero su cabezazo salió por un costado del marco.
Tampoco, pudo anotar el mismo Guevara, al 84', cuando volvió a probar los reflejos del portero suplente y vio su remate irse nuevamente al tiro de esquina.
Buscaron, intentaron, la gente no dejó de alentar, pero no se pudo. Ese gol simplemente no le iba a caer a la Liga y ahora irá, con el alma empeñada, a intentar un milagro en ese infierno que es el estadio Nemesio Díez en la altura de la ciudad de Toluca.