Con el objetivo de acabar con la violencia en los estadios, Chile implementó una ley que exige a los clubes identificar a sus aficionados antes de su ingreso a los reductos deportivos.
Por medio del plan 'Estadio Seguro', el Gobierno de ese país intensificó los trabajos para asegurar la tranquilidad de las personas que asisten masivamente a los eventos deportivos, en respuesta a los constantes disturbios protagonizados por la barras de equipos como Colo-Colo, Universidad de Chile y Universidad Católica.
Los hinchas de estos clubes fueron los principales precursores de algunas organizaciones que actualmente operan en las graderías costarricenses, donde este domingo se presentó la agresión de aficionados de Alajuelense hacia los del Cartaginés.
Por ejemplo, la Ultra Morada (barra organizada del Saprissa) nació en 1995 motivada por los seguidos de la U. Católica, equipo contra el que jugaron los morados en la final de la Copa Interamericana.
Debido a los constantes altercados en los estadios chilenos, las autoridades reformaron la Ley de Violencia en los Estadios que obligó a los clubes a realizar cambios en sus reductos para evitar el ingreso de delincuentes.
"Esto nos va a generar importantes herramientas para poder combatir la violencia en los estadios, con, entre otras cosas, un nuevo catálogo de faltas y delitos, que podrán ser sancionados con la prohibición de ingresar a los estadios", dijo Cristián Barra, encargado del plan Estadio Seguro, al diario La Tercera tras la implementación del proyecto.
De esta forma, actualmente, en Chile los estadios presentan un sistemas de control de acceso, de control de identidad —tanto por la cédula de identidad como por huella digital—, de entradas para evitar la falsificación y de monitoreo a través de cámaras de televisión.
A diferencia de lo ocurrirá en Paraguay a partir de este lunes, donde las hinchadas dispondrán de un carné identificativo con la fotografía y las huellas dactilares, en Chile las personas deben presentar su cédula de identidad antes de ingresar a los reductos.
Con este sistema las autoridades identifican a los aficionados que presentan antecedentes penales y de malas conductas en los recintos.