Inmisericorde. Así es Juan Ramón Fallas, el peón de carreteras que corre por las montañas ticas como un rey, y quien ayer, por segunda ocasión consecutiva –quinta en total– ganó en la carrera Cerros de Escazú.
Tras un difícil recorrido de 20 kilómetros, que salió y llegó a la plaza ubicada frente a la iglesia de San Antonio de Escazú, este atleta de Olán, Buenos Aires, detuvo el cronómetro en una hora, 44 minutos y 53 segundos.
Ese registro es un gran tiempo si se toma en cuenta que la competencia se realiza con ascensos pronunciados y extensos, y en caminos de piedra, tierra y lastre, a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar.
Tan alto es el nivel competitivo de Fallas, que su hermano Johnny solo pudo acompañarle en el primer kilómetro y medio, pues luego quedó rezagado.
“Gracias a Dios me sentí muy bien. No hice el tiempo del año pasado, pero lo bueno fue que gané”, dijo Fallas, de 29 años, vestido con un elegante uniforme azul en el que la ferretería Fixur y la marca Physical Zone representan otros dos triunfos.
Y es que para Fallas, quien trabaja en la construcción de caminos, las competencias no son un pasatiempo, sino una forma de sacar adelante a su familia.
“Vivo con mi esposa, Yazmin Zúñiga, y mi hija, Melanie. Me ayudo para salir con lo que me gano de peón y lo que me pagan los patrocinadores. Todos los días entreno para ser mejor”.
Después de tomarse fotos con varios admiradores, el generaleño indicó que no hay “ayudas” en su rendimiento, solo trabajo.
“Mi secreto es el entrenamiento que hago con Luis Rojas, que me prepara. Ahorita corro 10 km en montaña en 31 minutos”, comentó el cinco veces monarca en la Carrera del Chirripó (34 km).
El rey de las montañas corrió ayer junto a 350 participantes, en las distancias de 5, 10 y 21 km.