SEMIFINAL BAR012 VARSOVIA (POLONIA) 28/06/2012.- El delantero italiano Mario Balotelli (c) marca su primer gol contra Alemania durante la semifinal de la Eurocopa 2012 entre las selecciones de Alemania e Italia, hoy jueves, 28 de junio de 2012 en Varsovia, Polonia. EFE/OLIVER WEIKEN ***EL USO DE ESTA FOTOGRAFÍA SE DEBE ATENER A LAS RESTRICCIONES DE LA UEFA RECOGIDAS ttp://www.epa.eu/downloads/UEFA-EURO2012-TCS.pdf (OLIVER WEIKEN)
Un par de selecciones acostumbradas a encumbrar al futbol con sus encuentros históricos se dieron cita en un choque en el que Alemania, como siempre, partía como favorita.
El pasado, repleto de derrotas ante el combinado transalpino, parecía no importar. De nuevo, la
“El pasado no vale”, dijo Löw antes del pitido inicial. Sí cuenta. No estaba Bonisegna, ni Riva, ni Rivera, ni Rossi, ni Tardelli, ni tantos otros que antaño dieran una lección a la gran Alemania.
Sobre el campo había otros jugadores bien aleccionados por un entrenador, Cesare Prandelli, que ha cambiado el estilo de juego de un país acostumbrado al conservadurismo.
Por encima del resto destaca el italiano Andrea Pirlo. Da pena que siga cumpliendo años. Merecería ser eterno.
Es un perfecto metrónomo, un cerebro calculador con precisión alemana pero con el toque mediterráneo necesario para crear magia. Y ante Alemania no falló.
Tras aguantar el tirón inicial de los hombres de Joaquim Löw, con una buena ocasión del joven central Mats Hummels y otra de Barzagli, que casi se marca un gol en propia meta, el jugador del Juventus decidió hacerse con el balón y ponerse a jugar.
Él solo pudo con Sami Khedira, un auténtico
Pirlo cogió la batuta y su equipo comenzó a carburar. De su juego se aprovechó el imaginativo Antonio Cassano y el impredecible Balotelli. Entre los tres cocinaron el primer gol con un cabezazo inapelable del ariete del City.
Casi al final del primer acto, Montolivo le dio una asistencia sensacional para que Neuer solo pudiera contemplar el trallazo de Balotelli.
Luego, con los germanos sobrados de empuje, pero faltos de ideas, el partido murió poco a poco y únicamente el gol postrero de Özil creó incertidumbre.
Con Italia no se cumple la cita del exdelantero inglés Gary Lineker, que dejó una frase para el recuerdo: “El futbol es un deporte de once contra once donde siempre gana Alemania” . Se equivocó. En el futbol, cuando se enfrentan italianos y germanos, siempre ganan los primeros; ayer, una vez más.
España espera en la final.