Las cosas parecieron complicarse mucho para los 'Pross' cuando Phil Jagielka introdujo el balón en su portería en el minuto 62, pero Gerrard evitó la gran decepción en apenas cuatro minutos, con dianas en los minutos 69 y 73.
En un Wembley lejos del lleno, los ingleses pudieron por lo menos quedar tranquilos al no producirse el temido recibimiento con abucheos y los hinchas presentes incluso aplaudieron su entrada al campo, en el primer duelo tras el doloroso 4-1 recibido ante Alemania en los octavos de final del Mundial.
Con la intención de pasar página con respecto al Mundial, Fabio Capello dejó en el vestuario su 4-4-2 para pasar a un inédito 4-2-3-1.
Inglaterra dominó en la primera mitad, con un juego rápido y brillante por momentos, pero no consiguió abrir el marcador, con Gerrard y Rooney muy activos y demostraron sus ganas de desquitarse por el fracaso mundialista.
En la segunda parte, con el regreso al 4-4-2, el guión no cambió, a pesar del zarpazo de los húngaros con el primer gol.
Gerrard, a menudo criticado por sus actuaciones con el equipo nacional, salvó la noche, primero con un soberbio disparo (69) y poco después en un jugada en solitario (73).
Inglaterra arranca las eliminatorias para la Eurocopa-2012 el viernes 3 de septiembre, en casa ante Bulgaria.