Short Hills, Nueva Jersey Un incidente entre Álvaro Saborío y algunos aficionados la tarde del miércoles privó ayer a varios seguidores de poder observar los entrenamientos de la Selección.
Al parecer, un grupo de fanáticos empezaron a meterse con el trabajo del delantero hasta el punto en que este se molestó, por lo que fue retirado de las prácticas por el cuerpo técnico.
“Se trata de proteger un poco al jugador, yo entiendo que es un profesional, que el aficionado lo quiere ver, pero algunas veces pagan los buenos por los malos”, aseguró La Volpe para explicar la decisión de no permitir el ingreso del público a las sesiones.
“Si ayer (miércoles) vinieron y no supieron comportarse y yo veo que a un jugador le están diciendo barbaridades (...). Yo estoy tan acostumbrado a tantas estupideces que me entra por un oído y luego me sale por otro, pero él que es joven tal vez no está tan acostumbrado, entonces se calentó, lo tuvimos que sacar”, añadió.
“Entonces ahora que tomen fotos en el hotel, acá vamos a hacer un entrenamiento serio y que mis jugadores estén en lo que tienen que estar, pensando en lo que viene y no sacándose de honda por lo que está fuera del entorno”, explicó La Volpe.
El argentino añadió que hasta ahora había sido “cordial” con la afición, pero observó cambios.
“Yo los dejé entrar una vez, dos veces, tres ¿no hay corrección? Lo lamento por la otra gente, porque siempre sucede que por algunos ineptos la van a pagar todos, así es el rol de la vida”, finalizó.
Ayer una aficionada no identificada calificó la medida como una “falta de cortesía y arrogancia” por parte de La Volpe.
Ella fue parte de un grupo de costarricenses que observó el entrenamiento detrás de una malla que separa a la cancha de entrenamiento de la carretera.