Por la derrota 1-2 que sufrió anoche, a manos del Seattle Sounders, y porque el juego florense hoy no alcanza para el ámbito internacional, el club no tiene esperanza.
El tanto que Lamar Neagle marcó al 53’, en una jugada que ni Montero ni Cambronero supieron tapar, destrozó las posibilidades que los florenses aún manejaban.
Al hacer un repaso por el partido, desde el primer minuto se notó que a Jafet Soto le llevará tiempo armar un conjunto que sepa sobreponerse cuando se enfrenta a un rival que les gana la mediacancha.
En la primera parte no es que Herediano errara en su disposición táctica, pues fue la misma con la que venció el sábado a la Liga, sino que el Sounders es mucho más en lo físico que cualquier equipo tico.
Los estadounidenses no tienen mucha posesión de pelota, es más, no la pretenden, pero sí cuentan con dos hombres que saben robar la pelota en la mediacancha y montar, de una vez, el veloz ataque. Ellos son Servando Carrasco y el uruguayo Álvaro Fernández.
Pero, antes de continuar con el buen trabajo que ejecutan Carrasco y Fernández, se debe apuntar que ya al minuto tres los visitantes triunfaban con un tanto de Freddy Montero, a pase de Fernández.
Al optar por el pelotazo, el Herediano no solo desperdició el talento de Cubero y Cancela, sino que facilitó las cosas al Seattle, pues sus integrantes ganan todo por alto.
Ante tal condición la única forma de crear peligro en el área norteamericana sería con un remate de largo o en un error del rival.
Y ello sucedió a falta de un minuto para el descanso, cuando John Hurtado bajó con falta a Cubero dentro del área: penal.
Cancela se encargó de cobrar y anotar, y empatar un partido más que complicado para los florenses.
En la segunda parte, con un nuevo gol apenas comenzó a correr el cronómetro, otra vez Herediano tiró bolas altas y el Seattle las ganó.
Ni el debut del “picante” Diego Madrigal reavivó a un equipo que ahora le toca ir de visita a Seattle y Monterrey; la suerte está echada.