Roma. EFE. El argentino Gonzalo Higuaín y el italiano Lorenzo Insigne dieron ayer la victoria al Nápoles en su debut en Liga de Campeones, al doblegar 2-1 al vigente subcampeón de la competición, el Borussia Dortmund.
Las tarjetas rojas marcaron el partido, en el que el colombiano Juan Camilo Zúñiga empañó su gran actuación con un gol en propia puerta casi al final del tiempo reglamentario cuando tenía un 2-0 a favor, lo que dio emoción a los últimos compases de un encuentro claramente a favor de los hombres de Rafa Benítez.
Higuaín volvió a ser el principal valedor de la victoria del Nápoles en su primer partido en el grupo F de la Liga de Campeones, llevando el peligro al área rival y propiciando la expulsión directa del guardameta titular del Dortmund, el alemán Roman Weidenfeller, a poco de concluir la primera parte.
Más allá de las acciones de Higuaín y de Insigne, que vio recompensado con un gol su gran partido, el Nápoles volvió a dar muestras de consistencia en un tosco encuentro en el que todo el equipo supo contribuir a los tres puntos, empezando por la portería, defendida sin problemas por el español Pepe Reina.
El tanto del delantero argentino llegó en el minuto 29 tras un saque de esquina que terminó convirtiendo en un gran pase Zúñiga, sirviéndole a Higuaín el primero.
A partir de ahí, se desataron los nervios de los alemanes, primero con la expulsión del entrenador y después con la del guardameta, después de una temerosa salida con los pies por delante ante una escapada de Higuaín.
Ya en la segunda mitad, los napolitanos siguieron dominando el juego, con un Borussia Dortmund que notó su inferioridad numérica, pero que no se dejó amedrentar, intentando valerse del contragolpe para llegar hasta la portería rival.
La superioridad terminó de demostrarse en el minuto 67 con un tiro de falta desde fuera del área de Insigne que se coló por la escuadra y desató la euforia de los aficionados napolitanos.
Los dos goleadores del partido a favor del Nápoles fueron sustituidos a quince minutos del final del partido para recibir una sonora ovación, sobre todo la dedicada al delantero argentino, a quien reemplazó el macedonio Goran Pandev.
Minutos después, el español José María Callejón, muy ausente en el encuentro de este miércoles, llevaba mucho peligro a la portería rival, pero no conseguía materializar y tras ello llegaría el gol en propia puerta de Zúñiga en un desafortunado rechace.