Río de Janeiro. (AFP). Luiz Felipe Scolari, quien deberá asumir mañana como nuevo seleccionador de Brasil, retorna después de una década al puesto que dejó convertido en leyenda para su mayor desafío: ganar el hexacampeonato mundial en casa.
A un año y medio del Mundial Brasil 2014, 'Felipao', de 64 años y quien condujo a la 'seleçao' al pentacampeonato en 2002, reemplazará al criticado Mano Menezes, despedido el viernes, según anticipó al unísono la prensa brasileña.
La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) deberá formalizar el anuncio el viernes en Rio de Janeiro.
Carismático, enérgico, con una disciplina de hierro, Scolari llega como el salvavidas de un Brasil obligado a ganar en casa el sexto título mundial, pero cuyo fútbol está lejos todavía de seducir.
Un reto que parece hecho a la medida de 'Felipao'. Cuando asumió por primera vez el cargo de seleccionador, en 2001, encontró un equipo casi agonizante en las eliminatorias.
"El desafío era clasificar a Brasil, que estaba en tercero o cuarto lugar, e ir al Mundial (...) Nos clasificamos en el último juego contra Venezuela", recordó el entrenador en una entrevista con el portal oficial de la Copa 2014.
Entonces, 'Felipao' se atrevió a cambiar el estilo vistoso y de toque de la 'seleçao' por uno más agresivo y obediente técnicamente.
Y ya con un cupo asegurado en el Mundial de Corea del Sur-Japón 2002, tomó una de las decisiones que le valieron la fama de un hombre sin complejos: excluyó al exastro Romario de la nómina que conquistaría luego el pentacampeonato.
Pese a los reclamos, Scolari dejó claro de que estaba hecho. "Fue una elección que hice (...) No me voy a quedar discutiendo el resto de la vida. Fue mi decisión y listo".
Una década después, el hoy diputado Romario fue uno de los que con más entusiasmo pidió el regreso de 'Felipao', tras catalogar de fracaso la era Menezes.
Luego de conquistar la Copa Mundo 2002 renunció al comando de la selección brasileña alegando motivos familiares, pese a la insistencia de la CBF para que siguiera en el cargo.
A finales de ese año se hizo cargo de Portugal y terminó escribiendo la mejor página del fútbol luso. Primero, llevó al equipo a la final de la Eurocopa-2004 ante Grecia, con la que cayó por 1-0 en lo que recuerda todavía como su "mayor decepción en la vida".
Luego conquistó para Portugal el cuarto puesto del Mundial Alemania-2006. En su palmarés figuran dos Copas Libertadores: en 1995 con el Gremio de Porto Alegre y, otra, en 1999 con el Palmeiras, equipo al que retornó en 2010 y dejó este año tras una pésima campaña.
Todos esos antecedentes lo confirman como el hombre de experiencia que buscaba Brasil tras descartar la opción de un técnico extranjero como el laureado Joseph Guardiola.
"Buscamos experiencia, la Copa del Mundo no es para experimentos", dijo el jefe de la CBF José Marin, según declaraciones divulgados por el periódico Lance.
Scolari tomará el mando de una selección brasileña renovada, con Neymar, la joven estrella del Santos, como figura pero sin un juego colectivo que le dé tranquilidad a la exigente "torcida" brasileña.
"Creo en la selección, en el conjunto. Un gran equipo es formado por un gran grupo. Un jugador apenas no hace la diferencia. Pelé tenía atrás de él otros jugadores que le daban soporte", sostuvo el nuevo seleccionador al portal de la Copa 2014 en una entrevista previa a su nominación.
Scolari también entiende como una desventaja el hecho de que Brasil no dispute las eliminatorias sudamericanas en su condición de anfitrión del próximo Mundial.
"El hecho de no disputar las eliminatorias es muy malo. Se deja de enfrentar juegos más competitivos, pero somos el país de la Copa. Tenemos que arreglar de alguna forma para tener competitividad en los amistosos", agregó.
'Felipao' no es sólo el hombre de experiencia y carácter que clamaba la afición desde las graderías cuando abucheaba al grito de "burro" a Menezes.
También es un entrenador que puede salirse de casillas como quedó registrado en 2007, cuando en un partido de Portugal ante Serbia le propinó un puñetazo en la cara a Ivica Dragutinovic al final del compromiso. La UEFA lo sancionó y lo puso en observación durante dos años.