Pretoria. Los árbitros que protagonizaron sonados errores el pasado fin de semana quedaron descartados para el resto del Mundial.
Los tríos encabezados por el uruguayo Jorge Larrionda y el italiano Roberto Rosetti no superaron el corte luego de los octavos, según anunció ayer la FIFA.
La Comisión de Arbitraje se quedó con 19 equipos de jueces y mandó a casa a 10. Larrionda y su asistente Mauricio Espinosa no concedieron un clarísimo gol del inglés Frank Lampard, mientras que Rosetti y el guardalínea Stefano Ayroldi permitieron un tanto de Carlos Tévez en evidente fuera de lugar ante México.
En estos casos la FIFA no explica por qué elimina o mantiene árbitros, simplemente comunica.
Los réferis cuestionados no estuvieron por la mañana en una práctica abierta a la prensa que se realizó en su concentración en Pretoria, una señal de que el Mundial se acabó para ellos.
Continúa. El equipo del costarricense Leonel Leal sí logró superar el corte y estará disponible para ser designado en alguno de los ocho compromisos restantes.
Por la mañana, Leal aún no sabía que estaba clasificado. Al igual que los otros réferis, evitó criticar a sus colegas tras los fallos y por instrucciones superiores no quiso opinar sobre la posibilidad de abrirle espacio al video.
“Tengo mi criterio, pero nos han pedido que no demos criterios individuales, porque cada uno de los 87 árbitros tiene su opinión. Es un tema que nos pidieron que lo dejemos para que los señores de International Board se reúnan, para que digan sí o no al video”, indicó.
Por su parte, el coordinador arbitral de FIFA, el español José María García Aranda, defendió la actuación de los jueces.
“Los árbitros solo tomaron cuatro o cinco decisiones en los 54 partidos y todos ellos difíciles, y nadie habla de las excelentes decisiones durante los partidos”, comentó.
“En este campeonato se lanzaron 12 penales y cuatro fueron fallados por los jugadores, esto significa que el promedio de acierto fue del 70%”, añadió el dirigente.
En tanto, los réferis compiten entre sí para llegar a la gran final del 11 de julio en Johannesburgo. El inglés Howard Webb y el húngaro Viktor Kassay están entre los favoritos de la prensa, por sus buenas actuaciones y su experiencia.
Los grupos de la Concacaf –encabezados por los mexicanos Benito Archundia y Marco Antonio Rodríguez y el guatemalteco Carlos Batres– tienen algunas posibilidades, pues ya no hay representantes del área con vida en el torneo, un criterio de selección.