Antes de ser el estratega de España, Vicente del Bosque fue un jugador exitoso en el Real Madrid y llegó al banquillo como emergente en la Casa Blanca en 1999.
Con el paso del tiempo se hizo un nombre y hoy, a los 60 años, es uno de los directores técnicos más respetados del planeta.
Del Bosque es nativo de Salamanca. Allí debutó en 1966 con Salmantino y saltó a las categorías inferiores del Real Madrid.
Tras ser cedido tres certámenes en Castellón y Córdoba, hizo carrera en el afamado club blanco madridista, durante 11 temporadas hasta su retiro en 1984.
Con el Real alcanzó cinco títulos de Liga y cuatro de la Copa del Rey en España. Fue también 18 veces internacional con los ibéricos, incluida la Eurocopa de 1980, pero no pudo jugar un Mundial.
“Por su clara vocación ofensiva, siempre ocupó puestos del centro del campo hacia adelante. Destacó por su excelente físico y por su capacidad para ver el futbol, así como para organizarlo, gracias a su gran visión de juego”, dice la web oficial del Real.
Tuvo una estancia de 36 años en el Madrid. Salvo ocho meses en Turquía, con Besitkas (2004-2005) y sus tres últimos años de técnico de España, la biografía de Del Bosque está teñida de blanco.
Con los merengues se adjudicó dos Champions League , dos Ligas de España, una Supercopa española, una Supercopa europea y una Copa Intercontinental.
La designación como el seleccionador de España se ratificó en julio del 2008, en reemplazo de Luis Aragonés. Se estrenó con un triunfo 0-3 en un amistoso ante Dinamarca.
Ocupó el tercer lugar en la Copa Confederaciones del 2009. Pero su mayor logro fue el título mundial obtenido en el 2010, en Sudáfrica.
Suma 43 victorias en 50 juegos con La Roja , para dejar atrás el récord de 38 de Aragonés. Registra un empate y tan solo seis reveses.
Diecinueve triunfos seguidos en juegos oficiales son un récord mundial. Y alcanzó 35 partidos sin perder, los mismos que tuvo Brasil en 1994 con Carlos Alberto Parreira.