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Mallas, anuncios, árboles y hasta camiones sirvieron de apoyo para ver el primero de los entrenamientos de Ronaldinho y compañía en el país. Ni la lluvia intermitente que acompañó la práctica pudo acabar con los ánimos de la creciente fanaticada.
Los primeros en saltar al terreno de juego fueron los porteros Jefferson, Neto y Julio César; este último resultó el más vitoreado por los aficionados.
Luego apareció el grueso del grupo a eso de las 3:45 p. m. Fue entonces cuando los gritos se apoderaron del complejo.
Ronaldinho, Neymar, Marcelo y Daniel Alves fueron los focos de atención durante la parte inicial de la práctica, que consistió en un pequeño calentamiento, un trabajo de estiramiento, un poco de toque de balón y un breve colectivo, ingredientes suficientes para cumplir con la cada vez más numerosa cantidad de público.
Todos devolvieron con sonrisas y saludos el apoyo de los ticos, que hasta ahora pueden quejarse poco o nada del trato del
Las luminarias de Brasil también atrajeron a otro tipo de afición: en las instalaciones del Proyecto Gol se pudo observar a varios dirigentes del futbol nacional, entre ellos Ronald Solís y Gilbert Fernández.
La poca seguridad presente fue incapaz de contener a la fanaticada al momento en que los brasileños abordaban su autobús, lo que obligó a la organización a resguardar a los futbolistas en las instalaciones.
El desorden imperó por varios minutos hasta que la seguridad logró crear un cordón humano y pudo sacar a la
La mayoría mantuvo el buen humor para con los aficionados, aunque evitaron brindar autógrafos o posar para las cámaras.
A la salida el bus debió sortear también a niños y jóvenes que se le atravesaron, pero al final logró salir del lugar sin problemas.