“Este tipo de sesiones están previstas por FIFA, están reglamentadas. Es un acuerdo de partes entre los equipos y el periodismo. Pero hay periodistas que juegan a ser corresponsales de guerra o espías”, afirmó el charrúa con tono severo durante la conferencia de prensa en el estadio Green Point.
La Celeste se entrena en el estadio Phillipi, en las afueras de Ciudad del Cabo. El acuerdo es permitir tomas durante 15 minutos y luego seguir en privado.
“Algunos periodistas filmaron y sacaron fotografías (de un entrenamiento anterior)”, indicó. Según dijo, esto podría darles pistas a los holandeses sobre qué se está cocinando en el cuartel uruguayo.
Como represalia, el técnico se negó a adelantar su alineación para la semifinal de hoy. Es uno de los pocos entrenadores del mundo que anuncian a sus 11 elegidos en la víspera, cuando lo común es guardar esa información bajo siete llaves.
“Tenía toda la intención de adelantarla, pero han cambiado los planes. No puedo seguir como hasta ahora cuando las reglas no se han respetado”, comentó.
Tabárez también respondió molesto cuando un comunicador de Inglaterra le consultó si no le daba vergüenza haber obtenido la clasificación gracias en parte a la mano de Luis Suárez ante Ghana.
“Lo que da vergüenza es la trama que han urdido algunos periodistas, sobre todo ingleses, quién sabe por qué. Acá estamos orgullosos de lo que le estamos aportando al Mundial”, defendió.
“Si no tuviéramos sueños no hubiéramos llegado hasta acá. Recuerden lo que se decía luego del sorteo de los grupos en diciembre: de una vez nos daban el pésame. No me puedo olvidar de eso, nos creó rebeldía”, comentó.
Es un país pequeño que se ilusiona con cumbres altas. “Tenemos tres millones y medio de habitantes; hay naciones que tienen esa cifra solo de jugadores de futbol. Los mundiales están repletos de resultados que nadie esperó y aún hoy causan asombro”, finalizó.