España decidió convertir su negocio de $ 5 millones con la selección de Panamá en un verdadero espectáculo de cinco grandes goles.
Sin embargo, los aficionados canaleros salieron felices porque vieron a los campeones del mundo, su equipo marcó un gol de penal al estilo Panenka y nada menos que a Iker Casillas (el primero que le hacen de esa factura).
El costoso amistoso contra La Roja valió la pena, ya que desde el primer minuto mostró su manera de tratar el balón.
Ya al 16’, Andrés Iniesta mostró su potencial y dio un gran pase filtrado a Pedro, que solo debió rematarle cruzado a Jaime Penedo para poner el 1 a 0.
El segundo también fue gracias a una genialidad de Iniesta, quien se burló a cuatro en la banda derecha e hizo un pase de la muerte. Esta vez el beneficiado fue Villa.
Iniesta, Villa y Pedro fueron una tromba para los futbolistas canaleros, quienes parecían un aficionado más en el Rommel Fernández.
El dominio español dejó espacio solo para una duda: ¿cuándo caería el tercero?
La respuesta fue al 43’, cuando una asistencia de Juan Mata dejó solo otra vez a Pedro, que con rgran maniobra se llevó a Penedo y marcó a placer.
España pudo hacer dos más en el primer tiempo, pero el marcador no se movió en 3 a 0.
Tras la pausa , los visitantes se calmaron las revoluciones, pero siempre mantuvieron su monopolio sobre la pelota.
Los cambios empezaron a llegar, entraron Casillas y otras figuras que brillan todos los días en la liga española y que al menos tenían que pisar el césped para justificar el largo viaje a América.
El plato principal del encuentro lo sirvió un defensor al 82’: el madridista Sergio Ramos, quien cobró magistralmente un tiro libre, que se coló en el ángulo superior izquierdo del guardameta canalero.
Uno de los relevos, Susaeta, abultó la cuenta a cinco dianas.
El suplente de Villa, solo tuvo que aprovechar otra gran jugada colectiva al minuto 84 y cerrabau n resultado justo, que pudo llegar a ocho anotaciones para España
Sobre el cierre, los panameños marcaron el gol de la honra, que ayer se vio porque se le llama así a ese solitario tanto que sirve para la estadística, que sirve para que un equipo no se vaya en blanco.
Fue un falta de penal, cuandp Cesc Fábregas derribó a Nelson Barahona en el área
Gabriel Gómez no se impresionó por tener a todo un Iker Casillas al frente y anotó al estilo Panenka.
El estadio, entonces, estalló en alegría, como si fuera la anotación del triunfo.