Mostrando su mejores armas, un juego sencillo pero efectivo, la selección de Eslovaquia jugó su último encuentro de preparación antes de viajar al Mundial de Sudáfrica.
La victoria de 3-0 sobre Costa Rica fue un fiel reflejo de la herencia futbolística de los grandes del centro de Europa.
Los dirigidos por Vladimir Weiss expusieron un planteamiento fuerte en defensa, con una media con oficio y complementada por un grupo de atacantes rápidos y con el poderío físico que tiende a complicar a los combinados ticos.
La mala noticia del encuentro fue la salida al minuto 15, por lesión, del defensor del Liverpool inglés, Martin Skrtel, que tras doblarse el tobillo derecho fue llevado a un hospital para realizarle una prueba de resonancia magnética, pero viajará con el equipo a Sudáfrica.
En la zona de gestación de futbol destaca el mediocampista del Napoli, Marek Hamsik, quien anotó 12 tantos esta temporada en el calcio.
Él será el encargado de llevar gol y juego a los delanteros como Robert Vittek, uno de los anotadores del cotejo de ayer.
La oncena de Eslovaquia comparte el grupo F con Italia, Paraguay y Nueva Zelanda, equipo con el que debuta el próximo martes 15 en Rustemburgo.
En el papel los insulares pintan como el equipo más débil del cuadro y las diferencias con los paraguayos e italianos no son tan grandes como se piensa, por esta razón los octavos son una probabilidad para Eslovaquia.
Los europeos han jugado cuatro fogueos y perdieron los primeros ante Chile y Noruega. El tercero fue un empate ante Camerún y la goleada de ayer, por eso pensar en cuartos es casi un sueño. Se utilizó información de AP, soccerway.com y fifa.com