Eduardo Li y los otros seis dirigentes de la FIFA detenidos la semana pasada en Zúrich tienen tiempo hasta el próximo lunes para apelar sus detenciones ante las autoridades suizas.
Su mejor esperanza de quedar en libertad bajo fianza radica en que sus abogados detecten alguna falla de procedimiento en la forma en que las autoridades suizas o estadounidenses los arrestaron, o de que encuentre un juez compasivo.
"Es posible que queden en libertad bajo fianza, pero es muy, muy raro que eso ocurra", comentó Folco Galli, vocero del Departamento Federal de Justicia suiza en Berna.
La siguiente fecha clave en el proceso de extradición es el 3 de julio. Ese día vence el plazo para que Estados Unidos presente solicitudes formales de extradición, algo que los norteamericanos no tienen apuro en hacer.
Después las autoridades judiciales suizas analizarán los méritos de cada solicitud de extradición y se pronunciarán, seguramente, en un plazo de uno o dos meses. Una condición para que se concrete la extradición es que las irregularidades por las que se les acusa, también sean consideradas delito por la justicia suiza.
Las autoridades suizas no emitirán juicios acerca de la culpabilidad o no de los imputados; eso le corresponde a los tribunales estadounidenses, según Galli.
Su decisión puede ser apelada ante un tribunal penal en Bellinzona, cerca de la frontera con Italia, y posteriormente ante la justicia federal en Lausana.
Este proceso podría tomar al menos seis meses, dependiendo de la resistencia que ofrezcan los imputados.
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