El “duelo” duró esta vez tres horas y seis minutos, y Domenech, después de haber contribuido a eliminar a cinco adversarios con su prudencia y su estrategia conservadora, cayó ante el sexto rival.
Domenech, que abandonó el cargo de seleccionador francés tras el fracaso en Sudáfrica-2010, supo hacer frente a los nervios y a la expectación generada por su participación en el Kajyn Club de París.
“Es el juego. Estoy contento de haber llegado hasta el final y de jugar el máximo tiempo posible. Esto no tiene nada que ver con el futbol, sólo la concentración se aproxima a la del deporte de alto nivel. Aquí tienes que interiorizar y tratar de ver qué pasa”, comentó el entrenador de futbol en declaraciones a la AFP.
Domenech explicó que ahora se siente “feliz” porque tiene tiempo para sí, para entrenar a niños en un club de la periferia sur de la capital francesa y para disfrutar sin la tensión de los últimos años.
“Necesitaba disfrutar. Allí (con los niños), he encontrado la felicidad, puedo respirar. Eso es lo principal. Cuando ves la sonrisa de los muchachos que están contentos... Todos están contentos, relajados. No nos estamos jugando la vida”, añadió.