Fútbol Internacional

Guiño a la felicidad

Fuerza brumosa de tú a tú con el Vélez

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Lo notamos desde el principio... que el Chime era un yuyo, que se movía, inquieto y letal, en los predios represivos de Chilavert; que Alexánder Gómez, al crecer en cada corte, presionaba desde atrás para sumar enseguida; que Hermidio era un valladar; Peynado, un resorte; Dos Santos, arquitecto... y Marco Tulio un dardo. Que el partido era bueno. ¡Que los nuestros podían!








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