“Si tú tienes el balón, el otro no te puede meter un gol”, afirmó el holandés, quien ayer rindió homenaje al seleccionador español, Vicente del Bosque.
“España siempre ha tenido grandes jugadores, pero este entrenador es el primero que ha logrado hacer un equipo”, refirió Cruyff.
El Barcelona, con la ayuda de un ex madridista, Vicente del Bosque, y algunos jugadores del club blanco como Sergio Ramos, Xabi Alonso e Iker Casillas, saldaron una cuenta pendiente del futbol mundial con España.
“Ya no hay complejos”, había dicho Vicente del Bosque. “Somos ciudadanos privilegiados de tener tantos deportistas buenos. Y el futbol arrastra a los demás deportes.
“Hemos estado tantos años despegados del éxito, que ya es hora. A la familia del futbol le toca triunfar y estar en primera plana".
Sin duda, en los días previos a la final, Del Bosque había puesto el dedo en la llaga: “España, una de las naciones más apasionadas por el futbol y escenario de una de las ligas más importantes del mundo, arrastraba hasta hace dos años una historia negra de fracasos que se nutría de codazos, penales fallados e incluso de “no goles”, de tremendas ocasiones favorables falladas”, comentaba el técnico.
Pues bien, esta historia comenzó a cambiar a partir de la paradoja de un debut con derrota en Sudáfrica 2010 ya que, como se recuerda, España comenzó el Mundial con un traspié ante Suiza (0-1), en su debut, el pasado 16 de junio.
El traspié de la “favorita España” encendió las luces de alarma, justo cuando tenía que ocurrir, al principio. Lejos de desanimarlos, el socollón sirvió a Del Bosque y a sus pupilos para comprender que la etiqueta de favorita había que validarla en el terreno de la verdad.
Sin embargo, el cambio se notó en otro aspecto. El temperamento de Aragonés, espontáneo y en ocasiones polémico, dio paso a un estilo discreto, prudente y paciente.
Del Bosque es el prototipo de hombre tranquilo, que no altera el tono ni pierde los papeles ni en las situaciones de máxima presión.
Su carácter conciliador y buenas maneras, así como su habilidad para la gestión en vestuarios difíciles, sin duda fueron la clave para lograr una transición discreta y serena en la Selección, lo que le deparó mantener así el rendimiento y la cohesión de un grupo talentoso.
La sabiduría popular afirma que no se debe arreglar aquello que funciona bien. Y esa fue la guía para el nuevo equipo técnico, que sacó provecho de las virtudes antiguas y modificó solo parcialmente el plantel, con la inclusión de jugadores jóvenes que venían pisando fuerte para asegurar la continuidad de los buenos resultados, la competitividad y la renovación de talento con miras al futuro.Esta información incluye también datos de