De las estadísticas, el dato salta para el asombro y deja a cualquiera con la seria duda de si, de verdad, los números no mienten.
Sin embargo, no lo hacen y la impecable verdad numérica dice esto: el Barcelona solo permitióque el Celtic de Glasgow tuviera posesión de pelota durante 47 segundos en la segunda mitad de su juego por la segunda ronda de la fase de grupos de la Liga de Campeones de Europa, el 7 de noviembre pasado. En otras palabras, no sucedió en un torneo de barrio.
Aquellos segundos fueron un parpadeo dentro del tiempo efectivo de juego de ese período (25 minutos y 25 segundos): apenas un ínfimo 3% de posesión de pelota.
Sin embargo, la vida está llena de paradojas: en ese lapso de menos de un minuto el cuadro escocés marcó un tanto, subió el marcador a 2-0, le ayudó al diseño amurallado de juego que presentó e hizo que el descuento de Lionel Messi –sobre la hora– quedara para el registro estadístico.
“¿Qué se puede hacer en 47 segundos?”, consigna el diario español Marca que se preguntó el técnico del Celtic, Neil Lennon, acerca del registro. A la luz del resultado, queda claro que sí supo qué hacer.
De acuerdo con datos oficiales de la UEFA, el cuadro catalán tuvo la pelota el 89% del juego y le dejó a los locales un escuálido 11%.
En números absolutos, representa 53 minutos y cinco segundos de los 59 minutos y 56 segundos que el balón estuvo en juego.
Sin embargo, esa no fue la mayor frustración de los catalanes.
En realidad, esta sucedió ante el Inter de José Mourihno, en la vuelta de su respectiva serie semifinal de la Champions League 2009-2010.
Ese día, los entonces pupilos de Pep Guardiola, a pesar de que tener un estratosférico 80,2% de control de pelota, no pudieron remontar la desventaja de la ida y se les escapó la final en el Santiago Bernabéu.