166893141 Bayern Munich's players celebrate their victory at the end of the UEFA Champions League semi-final second leg football match FC Barcelona vs FC Bayern Munich at the Camp Nou stadium in Barcelona on May 1, 2013. Bayern Munich won the match 3-0. AFP PHOTO / JOSEP LAGO (JOSEP LAGO)
Barcelona. Un brillante ejercicio futbolístico en el Camp Nou, allí donde el Bayern Múnich tenía una deuda histórica, le permitió al equipo bávaro clasificarse a lo grande para su décima final de la Champions, que jugará ante el Borussia Dortmund , tras imponerse (0-3) a un disminuido Barcelona que jugó sin Leo Messi.
A modo de traspaso de poderes, el equipo de Jupp Heynckes dio una lección de futbol en el templo barcelonista. Acostumbrado a ofrecer exhibiciones en los últimos años, los azulgrana vieron la otra cara de la moneda y cedieron ante un gran Bayern.
La vida no es igual para el Barça sin Messi.
El día que estaba llamado a ser el gran protagonista, el mejor jugador del mundo se quedó en el banquillo por problemas físicos.
Sin Messi, ni Sergio Busquets ni Alba ni Mascherano ni Puyol, a los azulgrana se le acumularon demasiados problemas antes del juego.
El Bayern no se conformó con mantener la calma y recordar la ventaja de la ida.
Los alemanes estuvieron dispuestos a sacudirse de una vez por todas la maldición del Camp Nou, el agrio recuerdo de aquella final de la Champions de 1999 perdida ante el Manchester United con dos goles encajados en el descuento.
El Barça no era el Barça y el Bayern parecía la mejor versión del Barça de siempre.
Automatismos, intensidad, intención y gran coordinación entre las líneas: Jupp Heynckes construyó una obra de arte.
La velocidad de Arjen Robben y el juego al espacio llevó a los azulgrana por la calle de la amargura.
En ataque, el Barça estuvo sin ideas, poco preciso y sin velocidad de ejecución. El primer remate a puerta de los catalanes fue un disparo desde fuera de área de Pedro (24’), nada habitual en el juego de toque de los azulgrana.
Con el paso de los minutos, los blaugranas recuperaron la posesión de pelota..., sin profundidad.
El Bayern nunca perdió la compostura y nunca fue conservador. Su futbol, su físico, su colocación y su solvencia amilanó a los locales.
Un gol de Robben (48’) fue el principio del fin. El Barça nunca se creyó en la posibilidad de remontar el partido y su alicaído futbol reflejó su estado de ánimo.
En muchas ocasiones durante la presente temporada –sobre todo durante la segunda parte de la misma – los azulgranas dieron la impresión de que ya habían jugado sus mejores partidos. Hoy fue la constatación: agoyados, sin rumbo y dependientes de Messi.
De un año para otro, el equipo azulgrana volvió a alcanzar las semifinales de la Champions , pero ahora cayó de la peor de las maneras por un parcial 7-0, el peor global encajado en su historia de las competiciones europeas . Al gol de Robben se añadió un tanto en propia puerta de Gerard Piqué (72’) y otro de Thomas Muller (76’).
El Bayern dio una lección de sobriedad y no bajó el pistón en ningún momento, dispuesto a ahondar en la herida de los azulgrana.
La reflexión del Barça llegará seguramente desde la consecución del campeonato, el cuarto en cinco temporadas, un análisis de la situación en un equipo que ha ido de más a menos y se le está haciendo muy larga la temporada.