Por casi cinco horas el Barcelona le robó el liderato al Real Madrid, lo que podría ser el primer aviso de los azulgranas de que irán a muerte por la Liga.
Con medio pie afuera de la Liga de Campeones de Europa, para el equipo del técnico Luis Enrique la Liga española se vuelve prioridad y así lo dejaron saber.
El triunfo por 1-2 en el Vicente Calderón se labró con más ganas que dominio del partido. De hecho, en muchos tramos del juego fue el Atlético de Madrid el que se apoderó del encuentro.
Pero este dominio no sirvíó de mucho porque cada vez que los colchoneros llegaban al área visitante se topaban con una muralla defensiva muy difícil de traspasar.
Por su parte, el Barça encomendó su ofensiva a lo que pudieran hacer sus estrellas Lionel Messi y Neymar.
A pesar de que las llegadas de los blaugranas no eran tantas como las del Atlético, cada vez que el Barcelona atacaba llevaba peligro.
En el primer tiempo, el portero Jan Oblack tuvo que lucirse para ahogarle el grito de gol a Messi en dos ocasiones y a Gerard Piqué en otra.
Mientras que los rojiblancos solo asustaron con un remate del francés Antoine Griezmann que despejó Marc-André Ter Stergen.
Siempre Messi. El Barcelona pegó primero cuando a los 63 minutos Rafinha envió al fondo del marco un balón que quedó suelto en el área local.
La respuesta rojiblanca llegó rápido, pues siete minutos después Koke cobró un tiro libre que Diego Godín desvió de cabeza y así venció a Ter Stergen.
El 1-1 parecía lo justo y a cómo se desarrollaba el juego todo hacía pensar que ese sería el marcador final, hasta que apareció Messi, como siempre cuando más se le necesita.
A falta de cuatro minutos para el final, la Pulga sentenció al Atlético con un remate en el área pequeña, que subió al Barça a la cima por unas horas, y le dejó claro al Real Madrid que irá a muerte por el cetro español.