Madrid
El Barcelona tiene la urgencia de levantar la Copa del Rey ante el Alavés para salvar su temporada, evitar irse en blanco y de paso despedir con un éxito a su técnico Luis Enrique Martínez, en su último partido al frente del club catalán.
Eliminados en cuartos de final de la Liga de Campeones y segundos en la Liga española, los catalanes no pueden darse el lujo de caer este sábado a la 1:30 p. m., o de lo contrario terminarían la campaña con solo la Supercopa de España, un trofeo considerado menor.
Coincidiendo con la despedida del Vicente Calderón, que acogerá su último juego oficial, el equipo azulgrana buscará su estrella 29 en Copa, mientras el conjunto vasco intentará llevar el primer cetro a sus vitrinas.
El Barça adelantó que el lunes dará a conocer al sustituto del técnico gijonés, pero antes Luis Enrique quiere alzar su noveno título en tres años. El estratega levantó una Champions, dos Ligas, dos Copas, una Supercopa de Europa, un Mundial de Clubes y una Supercopa de España.
"Es un partido especial, la posibilidad de acabar mi ciclo en el Barça con un título más", dijo Lucho en la rueda de prensa previa al encuentro.
A su favor juega que ha ganado las dos finales de Copa en las que ha dirigido al Barcelona, aunque el equipo llega a este partido con algunas bajas sensibles. El tridente conformado por Lionel Messi, Neymar y Luis Suárez no contará con el uruguayo, quien se lesionó en un entrenamiento el jueves, aunque también estaba sancionado de cara a este encuentro.
Asimismo, será baja por sanción el lateral Sergi Roberto, mientras Javier Mascherano, recuperado de sus molestias físicas, ya volvió a entrenar con el equipo, por lo que el timonel confía en tenerlo dispuesto para el partido.
Enfrente estará un Alavés que tras subir a Primera División el verano pasado, culmina la temporada con su segunda final en sus casi 100 años de historia. Tras perder la final de la Copa de la UEFA en 2001 frente la Liverpool (5-4 en la prórroga con gol de oro), los vascos llegan ahora dispuestos a dar la sorpresa el sábado ante el gigante azulgrana.
"Estamos muy centrados y nos sentimos fuertes como equipo. Tenemos ambición y creemos que vamos a tener nuestras opciones", dijo Manu García, capitán alavesista.
El Alavés ya dio la sorpresa en setiembre al ganar en Liga 2-1 a los catalanes en el Camp Nou, aunque es cierto que en la segunda vuelta del campeonato español, los azulgranas se tomaron la revancha con un contundente 6-0.
"Ellos tienen la mentalidad de querer ganar cada partido, es a lo que están acostumbrados, es su mentalidad y va a ser muy difícil. Necesitamos hacer un partido muy completo para tener posibilidades", afirmó Mauricio Pellegrino, timonel argentino del rival del Barcelona.